CUEVA DE CHISLEHURST.

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POV PANSY.

¿Cómo una niña?¿Qué quieres decir?La Slytherin estaba confundida, ¿Sería alguna palabra clave de su amigo, para comunicarse con Harry?. La serpiente llegó con el pequeño de la mano al improvisado campamento. Ron estaba sentado en la tierra con las piernas cruzadas, estaba debatiendo sobre cómo entrar a no se que cueva, con otro alumno de su casa mientras trazaban lo que parecía una especie de mapa con un palo, y pequeñas piedrecitas en el suelo. Observó a Draco, que estaba sentado a unos metros del pelirrojo, con la cabeza gacha. ¿se encontraba bien?.

-Draco- Le llamó. El muchacho rubio, levantó automáticamente la cabeza y sonrió de una manera radiante.

-¡Joder, estas viva!- Musitó el chico, mientras se incorporaba rápidamente del suelo. El Slytherin corrió hacia la morena y la abrazó con necesidad.

-Estás bien, estás bien, gracias al cielo... ¿Hermione esta bien?, tu madre, yo la ví y...- El chico estaba super nervioso, quería contarle todo de golpe y no le salían las palabras, lanzaba preguntas sin cesar, buscando las respuestas en la morena, que está no podía más que responderle con un apretón mientras lo intentaba tranquilizar.

-Tranquilízate tío, estámos todos bien.. gracias por salvar a mi madre, Hermione está con ella la está cuidando en una de las casas de mi familia...- Le explico. Draco, se separó de su amiga, y le agarró de las mejillas, obligando a que sus ojos se reencontraran.

-¿tu padre?- Preguntó preocupado. Unas lágrimas que no pudo retener, comenzaron a deslizarse por sus mejillas. No hizo falta contestar o dar detalles, Draco afligido le volvió a estrechar entre sus brazos con fuerza.

-Lo siento mucho, Pans- Le dijo de manera sincera. La Slytherin asintió con la cabeza triste, y se quitó rápidamente las lágrimas avergonzada.

-Oye, ¿qué es eso que me ha comentado antes Terry?, ¿de qué niña hablaba?- Preguntó impaciente.

POV HERMIONE.

Dando vueltas como una peonza. Así de impaciente se encontraba Hermione. La señora Parkinson se había vuelto a dormir desde que Pansy había desaparecido por la puerta principal. Hermione, había vuelto a repetir el patrón haciéndole algunas curas, e hidratándola con algo de agua.

Desde que su primogénita había salido, la señora Parkinson había mejorado considerablemente, gracias a Merlin. ¡Dios!, ¿y si la habían capturado?, ¿Y si no había localizado a sus amigos, y no sabía volver? ¡Rayos!, ¡tendría que haber ido con ella!. Decidida, sacó su varita del bolsillo del pantalón y salió a la puerta principal de la mansión.

-Vamos Pans, ¿dónde estás?- Musitó en voz baja para auto tranquilizarse. Un ruido seco, la alertó considerablemente. Varias personas se aparecieron delante de la mansión de los Parkinson. Hermione, decidida, levantó la varita impetuosa para realizar cualquier hechizo que se le pasara por la cabeza con tal de protegerse, cuando de repente atisbó una melena corta a lo lejos, delatándole su identidad

-Pans- Susurró aliviada. La Gryffindor no esperó ni siquiera a que llegara a la puerta, corrió con todas sus fuerzas en su busca. La Slytherin cuando la vio, ya estaba esperándola con esa sonrisa torcida que tanto le gustaba y ya era conocida como marca de la casa. La serpiente la abrazó con energía levantándole del suelo con vehemencia.

-te he echado de menos mi amor- Le susurró su novia en el oído. Hermione, sonrió como una boba en su cuello, y le besó con apego. Automáticamente, sin poder evitarlo, agarró la cara de la chica y comenzó a examinar su rostro en busca de alguna nueva marca, o corte que le revelará alguna nueva pelea o altercado.

ESTIRÉ LA CUERDA. PANSMIONE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora