5. BAÑO

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—Ahora vuelvo, voy al baño—Clarice aviso, a lo que el alcoholizado Eriksson asintió.

Se encontraban en Linköping, Suecia, en casa de Tobias Forge. Era el punto de reunión para dar el primer concierto de la gira europea, así que Tobias decidió invitar a todos los miembros de la banda a su casa, donde junto con su esposa e hijos hicieron comida a la parrilla en el espacioso jardín de la bonita casa. La mayoría estaban completamente borrachos, los gemelos de Tobias se habían ido a dormir por órdenes de su madre un par de horas atrás, así que sólo se encontraban los adultos tomando y riéndose de temas totalmente sin sentido.

Desde que la chica de ascendencia mexicana había comenzado una relación con el sueco, se convirtió en un miembro más del grupo, todos la encontraban encantadora, amable, talentosa y graciosa, por lo que se llevaba bastante bien con todos. Anteriormente ya había asistido a otras reuniones en casa de Tobias-las cuales no eran muchas por la distancia en la que todos vivían-así que la de cabello negro sabía ubicarse en casa del sueco, sabía bien el camino al baño.

C ya había tomado varios vasos de vodka con jugo de piña, al menos unos tres, había sobrepasado sus propios límites con la bebida, por lo que su vejiga estaba a nada de reventar. Cuando llegó a su destino lo hizo corriendo, ni siquiera se preocupó por colocar el seguro, solo quería orinar y respirar con tranquilidad, y sin temor de orinarse en los pantalones. Al terminar sus necesidades básicas, se lavó bien las manos con jabón y se dio un rápido vistazo al espejo, notando que aún no estaba tan borracha. Y si tenía bebida en su sistema, el sonido de la puerta abriéndose hizo que el alcohol saliera de su cuerpo por el susto que se llevó.

—puta, me asustaste—se tomó del pecho, mientras veía como un Sodo de ojos adormilados y andar un poco bruto entraba al baño.

Eriksson colocó seguro a la puerta en cuanto estuvo dentro.

—¿Qué haces?

La chica no pudo decir más, pues el guitarrista ya estaba encima de ella besándola con intensidad, mientras la acorralaba en el lavabo. Clarice escapó de los besos para apartar a Sodo y sentarlo sobre el inodoro. La de ojos negros se sentó sobre él y continuó con los besos. Ambos estaban demasiado borrachos como para entrar en razón y darse cuenta que estaban apunto de follar en un baño ajeno, en el baño de uno de sus mejores amigos.

—Sodo, no espera. Es el baño de Tobias, no está bien—se apartó de los desesperados besos.

—A la mierda, es el segundo baño de Tobias. Estoy muy caliente, hay que hacerlo—volvió a atrapar la boca rojiza de su novia en un húmedo beso.

Clarice cerró los ojos, podía sentir como su sangre corría con rapidez, queriéndose llevar por la lujuria y pasión del momento, pero de nuevo se apartó del beso.

—No está bien, Sodo.

—Ah vaya que está muy bien, sólo mírame y dime que no está bien.

Clarice observó hacia abajo llevándose la grata sorpresa de que Eriksson ya tenía su miembro afuera de los pantalones, y estaba muy excitado. La mirada oscura de C se enfocó en la azul de Sodo, mientras éste le sonreía con picardía.

—...Mierda—Clarice se levantó y se quitó sus prendas inferiores, para volverse a sentar encima de Sodo.

Eriksson tocó a ciegas entre las bolsas de su pantalón y logró sacar un envoltorio plateado, lo abrió con movimientos torpes y sacó el condón. Lo colocó como era debido y procedió a besar con calentura a su chica.

Las manos traviesas del pelilargo se adentraron a la blusa de la chica, donde apretó con cuidado. Los besos de Eriksson descendieron hasta el cuello de Clarice. La de ojos negros cerró los ojos e inclinó su cabeza hacia el lado contrario dándole mayor acceso a su cuello. La boca de C no paraba de suspirar, los besos húmedos y cálidos en su cuello lo eran todo, definitivamente ya no había vuelta atrás.

—Aagh—la queja de Clarice fue susurrante.

Eriksson acariciaba con dedicación su clítoris, dos de sus dedos descendieron más allá y pudieron traer consigo de los fluidos de Clarice, para volver a acariciar con dedicación ese botón hecho solo para el placer. Sus dedos ágiles se apartaron de la feminidad para meterlos a su boca, saboreando el sabor de su chica con descaro, mientras Clarice no esperaba un minuto más para sentir a su Sodo dentro.

Per la levantó ligeramente, solo para bajarla justo en el lugar correcto. Ambos maldijeron al aire, Eriksson recargó su frente en el pecho de Clarice, sintiéndose fascinado por la calidez que lo rodeaba en ese momento, mierda podía sentir con claridad el rápido palpitar del corazón de su chica. La de ojos negros levantó el rostro de Eriksson para besarlo con amor pasional. Las caderas de Clarice se movieron con lentitud, una lentitud feroz y, a cierto punto, desesperante para el impaciente Per.

El de ojos azules aseguró sus brazos a su chica y se levantó con ella en brazos, colocándola contra el lavabo. Las piernas de Clarice se abrieron inconscientemente más, la rudeza en los actos de Sodo hacían que la intimidad de Clarice sólo lo quisiera dentro una vez más. De una sola fuerte estocada Eriksson se encontraba de nuevo en el interior de Clarice, quien aguantaba su fuerte necesidad de gritar de placer. Los dedos de Sodo aferrados a la cadera de Clarice dejaban marcas blanquecinas por la fuerza que éste aplicaba a la hora de sus estocadas. El cadereo de Eriksson era incesante, negándose a detenerse para un descanso. En aquel momento el guitarrista estaba segado por el placer carnal que su cuerpo estaba sintiendo. Sus estocadas se calmaron un poco, pero solo fue un pequeño descanso antes de la tempestad. Las delgadas caderas golpeaban con rudeza, el sonido de los golpeteos, de la humedad, hacían un perfecto escenario digno de una película exhibicionista.

Clarice mordía su propia mano para evitar las ganas de gritar. Estaba siendo sometida a demasiadas sensaciones y el no poder gritar estas sensaciones la estaba matando. Eriksson se abrazó a ella, mordió con ligereza el hombro de Clarice, pues él también era consciente de que no tenían que hacer ruido. Eriksson sintió un ligero mareo, después de todo había tomado bastante y hacer uso de la energía buena que le quedaba para follarse a su novia en el baño de su mejor amigo no fue una de las mejores ideas que había tenido. Movió aquel pensamiento de su cabeza, se exigió no sentirse mal ahora que sentía llegar al pináculo del glorioso y colorido placer.

Los ojos de Clarice se volvieron blancos, su cuerpo tembló con ligereza y su feminidad no sabía si apretarse más o abrirse con placer. Eriksson le había dado un caluroso y sabroso orgasmo, y el no poder gritar lo que su cuerpo estaba sintiendo hizo que el mismo cuerpo temblará. Eriksson mordió con más fuerza el hombro de su chica cuando su orgasmo llegó. Su cuerpo se abrazó más al de su novia disfrutando de su perfecto y dulce orgasmo.

Ambos estaban temblando de placer.

Eriksson se apartó de su chica y se sentó en el inodoro, en aquel momento todo el mundo le dio vuelta.

—aagh mierda, no me siento bien.

Clarice abrió los ojos, con respiración agitada, observando cómo Eriksson vomitaba. Una sonrisa apareció en el rostro de la chica, pronto reemplazandola con risas.

—no es gracioso, acabo de devolver el alma—se dejó caer al suelo, Sodo.

—pudiste haberme vomitado encima, JAJAJAJAJAJA.

Sodo sonrió y terminó por risas igual que su novia, pero mierda que se sentía muy mareado. Ambos se cambiaron y limpiaron, decidieron que ya era hora de retirarse de la casa de Tobias, y de aquel bendito baño.

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Gracias por leer💖💖💖

Canción del capitulo♡

Con amor, Hudsolin💖💖💖💖💖

ONE-SHOTS (Per 'Sodo' Eriksson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora