2. TRAJE

2.5K 85 5
                                    


—¡Apresúrate o llegaremos tarde!—gritó desde la planta baja, Sodo.

—¡ya voy!

Clarice terminaba de ponerse los pendientes. Per había sido invitado a la boda de uno de sus amigos, así que al menos por hoy tenían que vestir de gala.

La de cabello negro se acercó a su tocador para encargarse de poner en sus labios algo de labial rojizo, como también ponerse su colonia favorita.

—Wow, simplemente wow.

Clarice voltio. Per estaba recargado en el marco de la puerta, observando a su hermosa novia usando un precioso vestido negro.

—carajo, te ves bien en traje.

La mirada oscura observó a Per de pies a cabeza. Usaba un impecable traje negro de tres piezas (pantalon, sacó y chaleco) con una camisa rojo tinto y para acentuar su cuello, una corbata a rayas negras y grises.

Eriksson le regaló una sonrisa y se acercó a paso relajado y lento. Tomó de la mano a Clarice y le dio un par de vueltas, observándola desde todos los ángulos. La tomó por la cintura y depositó un cortés y suave beso en sus labios. Pero Clarice se sorprendió cuando sintió como Per la levantaba para sentarla sobre el tocador.

—aún hay tiempo—dijo levantando la falda del vestido largo de la de cabello negro.

Clarice soltó una risa por el atrevimiento de Eriksson, pero ayudó a mantener la falda arriba, mientras Eriksson bajaba las bragas hasta los tobillos, quitandolos solo de un tobillo. Su cinturón fue desabrochado y sus pantalones desabotonados, solo los bajo un par de centímetros, solo para poder sacar su miembro que aún se encontraba algo dormido. Clarice comenzó a masturbarse, observando cómo su "flaco" se masturbaba con rapidez y devoción. Hasta que su pene estuvo lo suficientemente duro, Per escupió en la punta de su pene, como también acercó su cara a la parte íntima de Clarice para darle una rápida lamida y escupir una buena cantidad de saliva. Su pene envuelto en saliva masajeo de forma circular el clítoris de Clarice, quien suspiro con fuerza.

—agh mierda, no tengo un condon.

—Está bien, estoy tomando mis anticonceptivos.

Se regalaron una corta sonrisa llena de complicidad.

Eriksson alineó su miembro entrando de forma lenta y relajada. Las piernas de la chica se apretaron a la cadera de Sodo, quien se sujetó de las caderas de Clarice. Las estocadas fueron gentiles, después de todo era un rapidín y no la había preparado tan bien como él quisiera, pero después de varias embestidas, Clarice estaba más que abierta para su novio.

—más rápido, Sodo—rogaba por el orgasmo.

—Lo tengo, no te desesperes.

Su agarre fue más marcado y brusco, sus caderas comenzaron a aumentar su velocidad para bien. Clarice clavó sus dedos en los hombros de Eriksson, arrugado la tela negra del impecable traje. El de mirada azul se sentía demasiado atrapado en aquel traje, así que una de sus manos desabotono el saco y aflojó su corbata, pero Clarice lo detuvo.

—no, no te lo quites, fóllame así. te ves exquisito en traje.

—como tu digas—la voz de Sodo fue seductora en todos los aspectos.

La falda negra se movía sin cesar, las piernas de Clarice se encontraban muy bien abiertas, y su boca era un completo desastre de palabrerías llenas de bochornos. Sodo atrapó su molesta corbata entre sus dientes, aquel pedazo de tela se movía a la par de sus estocadas y no le permitía ver esa gozosa imagen donde sus cuerpos se unían con obscenidad.

El saco, que lucía tan bien en su delgado y estilizado cuerpo, lo tenía completamente harto, así que se deshizo de él, arrugó las mangas de su camisa hasta sus codos y finalmente jalo de las piernas a Clarice, quien ayudó a acostarse un poco sobre el tocador, tirando en su camino sus maquillajes.

Eriksson levantó las piernas de Clarice, está las flexionó un poco, pero aún así la "v" seguía formada. Las estocadas de Sodo aumentaron, eran cada vez más duras, desesperado por el orgasmo y por desaparecer su repentina calentura.

—AAAGH, Dios.

La cabeza de Clarice se fue hacia atrás, mientras sus ojos se volvían blancos por la constante y perfecta fricción en su interior. Aquel tocador se movía sin cesar, los contenedores de perfume de ambos estaban tirados por el constante movimiento. Clarice apretó entre sus dedos el chaleco negro, su mirada estaba borrosa, pero aún así, entre la envolvente nube de placer, C pudo ver la poética expresión en el rostro de su novio; aquellos ojos azules con la pupila completamente dilatada, el cabello largo que estaba suelto era un completo desorden, mejillas sonrojadas y aquellos delgados-pero llenos de pecado-labios estaban rojos y uno de ellos era fieramente atacado por dientes que apretaban tratando de mantener encerrados los sonidos naturales del placer. Aquel traje que lucía tan bien en él, que después de todo seguía perfecto, lucía hechizante sobre Sodo.

Clarice sintió que su interior se sacudió, lo sintió convulsionar por sólo ver el rostro en estado de excitación de Eriksson, pero maldijo el hecho de que estuviera reteniendo los encantadores sonidos que amaba escuchar cada que su chico la hacía suya.

—gime, gime por mí—pidió con voz cansada y agitada.

La mirada azul se plantó sobre los iris negros, no tuvo que hacer otra cosa más que dejar de sostener las piernas de C para caer sobre ella en un abrazo, pero sin dejar jamás de mover sus ágiles caderas. Y al oído de su chica, su boca fue liberada de las cadenas de perlas que se aferraban a sus labios. Clarice sintió escalofríos al sentir el caliente aliento, al oír tan exquisitas quejas de puro placer enloquecedor y adicto.

—Dios, si—Clarice lo abrazó, aún con toda su piel completamente erizada por tales sonidos en su oído.

—Aagh, por Satan...Aagh, te amo.

Eriksson beso con pasión el cuello de su novia, lamió su oído y su boca deleitó aquel oído con quejas de puro placer. Clarice lo abrazó aún más, apretando con fuerza cuando su piel se puso aún más de punta, dando un claro aviso de lo que venía a continuación. Eriksson se abrazó a Clarice, sus estocadas eran erráticas y desesperadas, su pelvis tenía cosquillas familiares y la vagina de su chica se apretaba con pasión, factores que indicaban su inminente orgasmo.

—¡aaaaghh!

Aquella alta y fuerte queja se escuchó por toda la habitación, ambos habían terminado juntos con éxito. Estaban sudados por el ajetreo, el maquillaje de Clarice se había arruinado un poco, el cabello de ambos era un completo desorden, el tocador estaba hecho un horror, pero ambos estaban satisfechos y complacidos.

—Hay que irnos ya—la voz de Eriksson estaba cansada.

—si, irnos.

Ambos volvieron a arreglarse, fue rápido, decidieron dejarse las mismas prendas, después de todo ningún fluido había manchado sus vestimentas y después de un largo tiempo, Clarice había cumplido su más grande fantasía: ser follada por Per 'Sodo' Eriksson en traje.

⛓⛓⛓

Gracias por leer💖💖

Canción del capitulo♡

Con amor, Hudsolin💖💖💖💖

ONE-SHOTS (Per 'Sodo' Eriksson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora