ONE-SHOTS (Per 'Sodo' Eriksson)

13. CELOS

El supermercado se encontraba muy transitado y no se sabía si su clientela había aumentado por el hecho de que tenía rebajas al 60% o porque era domingo, Clarice no se interesó demasiado por el gentío, pues bien era cierto que los lugares con demasiadas personas la hacían sentir rara y con algo de ansiedad nerviosa, pero en aquel momento de compras se encontraba a su lado Carlos, su mejor amigo lo que la mantenia a cierto punto calmada. Se encontraban comprando carne, lechuga y otro tipo de verduras para agregar, pues habían invitado a un amigo en común a cenar. Clarice quería que el tipo conociera a su novio, así que por eso era la anterior cena mencionada. Y mientras ellos se encontraban comprando la comida y bebidas que consumirían, en casa Eriksson estaba preparando el patio trasero con una mesa larga de plástico, algunas sillas plásticas y sacando el asador donde cocinarían las hamburguesas a la parrilla.

La tarde pasó volando en preparar como era debido la carne para la parrilla, en cortar y desinfectar los demás ingredientes y en preparar un agradable postre —cortesía de C— para degustar al terminar el platillo salado principal. Eriksson se había duchado después de su novia y cuando se encontró fuera de la ducha bien cambiado y con el cabello mojado y enredado, Clarice lo sentó en la cama y desenredo sus bonitas hebras almendradas.

Pasaron un par de horas y el tipo había llegado a casa de Per y Clarice. Leo Zaragoza era el nombre del amigo de C y Carlos, era un sujeto de al menos 1.78cm de altura, piel cobriza y espeso cabello ondulado negro en un corte de cabello corto, ojos miel y sonrisa desviada.

—Leo, este es mi novio, Sodo—presentó amablemente al tipo más alto que su novio.

—Un gusto—Eriksson tomó la mano del tipo, su cordial saludo venía acompañado de una amable sonrisa de labios sellados.

—un placer—El tipo de nombre Leo sonrió ladinamnete y soltó casi de inmediato la mano de Sodo, como evitando el saludo.

Eriksson era un hombre amable y de paciencia impresionante, pero debió aceptar que algo en la presencia de Leo, algo en su actitud y personalidad no le agrado por completo. Sodo trato de eliminar aquellos pensamientos de su cabeza, no debía de juzgar a primera vista a alguien a quien no conocía con profundidad, tal vez a Leo Zaragoza no le agradaba demasiado el contacto con manos ajenas. Olvidando el tema, Eriksson invito a todos a pasar al patio trasero, donde ya se encontraba la carne y pan sobre la parrilla de su parrillera roja. Sodo amablemente se encontraba voltenado la carne y pan, mientras disfrutaba de una buena cerveza fría "Corona". Era cierto y comprobado que Per Eriksson era un hombre al que le parecían ridículos los celos, le parecían de poca monta y que aquellos sentimientos solo se le destinaban a personas con poca autoestima y con poca confianza en sus parejas; Eriksson jamás demostraba celos con C, nunca los mostró, pero aquella noche debió de aceptar que miraba más al tipo alto que a la carne en la parrilla, pues le parecía fastidioso que el tipo que su C hacia llamar "amigo" la siguiera a donde sea que fuese como perrito faldero. Si Clarice iba a la cocina por servilletas, el tipo la seguía; si iba por otra cerveza para él, el tipo iba tras ella; si Clarice paraba para platicar con Carlos, el tipo la seguía; Si Clarice se detenía para mostrarle afecto, el tipo la esperaba un par de pasos de separación. Aquel Leo platicaba con Clarice en todo momento, mostrando actitudes coquetas y C no ocultaba su encanto, demasiado amable, demasiadas sonrisas en dirección del sujeto, demasiadas miradas. Eriksson guardó su pequeña molestia, recordando a sí mismo que los celos eran tontos y estúpidos.

—¿Todo bien, Sodo?—Carlos se acercó al de cabello sujetó en un moño.

—Si, ¿Quieres una hamburguesa? Esta ya está lista—trato de evitar la pregunta.

—no me cambies de tema, te estoy viendo desde hace rato y te la pasas viendo feo a Leo y a C—Carlos le dio un sorbo a su cerveza.

—está coqueteando con C como si yo no estuviera aquí y ella le responde—Eriksson volvió a mirar a Clarice, quien estaba arreglando una hamburguesa y riéndose con Leo.