Back to Black | Terry Silver

XX

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—Deberías vivir en una casa como la mía —le dijo una vez estacionó frente a los departamentos que Daina le había dicho.

—Mhm, cierto —se levantó un poco del asiento para besar la mejilla de Terry—. Gracias por todo —le sonrió aún cerca de él, quien miró sus labios y recordó que cuando sonríe siempre se ensanchan.

—No hay problema —volvió a mirarla a los ojos y ella abrió la puerta del auto. Con su cartera en mano salió del auto levantado la camisa en el acto, dejando ver sus bragas por un momento.

Dios Santo, Terry miró a otro lado por un momento hasta que Daina se paró frente a su puerta, a buscar la llave en su cartera. Él bajó la ventanilla del lado de copiloto para verla más claramente.

Simultáneamente, vio a Aiden salir de uno de los departamentos de en frente, éste miró a Daina pero no le dijo nada. Al salir, su mirada se encontró con la de Terry quien le sonrió y movió su mano en un saludo burlesco. 

Aiden no hizo más que bufar visiblemente antes de subirse a una moto de gama media y perderse en una esquina.

La rubia —quien claramente se perdió de todo esta escena—, saludó por ultima vez al mayor y entró a su casa. 

Finalmente, Terence volvía a su casa pensando si tal vez debería comprar una moto. Tal vez a Daina le gustaba.

Daina salió de la ducha con un turbante y ropa interior limpia. Así se recostó en su cama un momento para llamar a Keila y saber algo de su estado actual.

Ella le contó que el barbudo era muy bueno, no tanto su estilo así que probablemente tendrían más encuentro pero nada serio. También alabó la actitud de Daina al bailarle y besar a Terry seguido de preguntas sobre qué hicieron estos dos después.

Las respuestas de Daina fueron simples y breves. También le comentó que ese mismo día cuando Aiden llegué del trabajo le recalcaría que quería terminar con él. Esto último fue lo más festejado.

—Estoy llorando de la alegría, amiga —exageró del otro lado.

—Al final tenías razón.

—Como siempre —halagó altiva.

—Oye, te corto que me está entrando otra llamada.

—Uy, uy, será tu dadd-

—No es mi daddy, idiota, no digas eso.

—Tienen dinero y cuatro años de diferencia es bastan-

Daina no pudo más con el calor que subía por sus mejillas y cortó. No se podía sonrojar por todo, ya era ridículo. Contestó la otra llamada que entraba de un numero desconocido.

—¿Hola?

—Ciao, mi bella sorellina¹ —se escuchó una voz masculina y alegre, con un montón de barullo de fondo.

—¿Dante? —casi no le salió la voz de la sorpresa.

—Tal cual, niña. Adivina dónde estoy~

—¿En un concierto?

—Si. Pero adivina dónde estaré en un par de horas.

—No s-

—¡En Los Ángeles, California! Tierra del racismo e indigencia, pero de The Doors también —soltó una carcajada.

—¿En serio? —exclamó emocionada.

—Si no pierdo el vuelo —otra risa estruendosa—. Si~ hermanita, iré a visitarte al valle por tu cumpleaños que está a la vuelta de la esquina, bella.

—Gracias, Dante, gracias —soltó un chillido pequeño a la vez que agitaba los hombros— ¿a qué hora llegas?

—La verdad... no sé. Pero llegaré es eso seguro. Te corto niña, que hay molto rumore qui². Bye, bye, bella.

Daina dejó el teléfono en su lugar y movió las piernas, emocionada. Su hermano vendría para su cumpleaños.

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¹ Hola, mi bella hermanita.

² Mucho alboroto aquí.

Translate moment. (y ahora que viene Dantesito van a haber un montón de translate moment)

Bueno Bueno, se acerca el cumple de la prota 🥳
y la ruptura con Aiden (¿o no?)