Lo único que debía hacer era no odiarse por dos meses... claramente no pudieron.
Terry Silver x OC (original character)
🏅Ranking🏅
#1 terrysilver (02/23)
#1 cobrakai (02/23)
—Me tengo que ir —terminó de abrochar su cinturón ignorando todas las quejas de Terry.
—Quédate a desayunar, vamos —arrugó el entrecejo tirado en la cama, boca abajo, aún desnudo con una sábana cubriéndolo.
—No puedo, Terry, lo siento —se arrodilló sobre la cama intentando darle un beso breve al hombre.
Claro que no se pudo, con él no existen los "besos breves", porque la tomó por la nuca y profundizó en un beso largo.
—Ya te dije que me gusta que te despidas bien —se notó más despierto cuando Daina estuvo encima de él ya que la había arrastrado a esa posición.
—¿Las llaves están al lado de la puerta? —le preguntó con una sonrisa, aún cerca de su rostro.
—Sí ¿A dónde vas?
—A un lugar —ahora si logró darle un pico e irse con los refunfuños y caprichos del mayor de fondo.
Ese día temprano llegaba su hermano desde New York capital, al valle. Quería dirigirse a la terminal de colectivos para recibirlo y ni siquiera llegó a ducharse por despertarse tan tarde. Lo cierto es que Terence la había dejado agotada.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Mia fratella! —gritó el rubio atrayendo más miradas de las que ya tenía encima (si era eso posible).
—Dante —murmuró antes de abrazarlo fuertemente.
—Bella come sempre —se quitó sus llamativos lentes de sol y los colgó del cuello de su remera que consistía en retazos de distintas telas mal cortadas y superpuestas—. Aunque básica —murmuró con disgusto y ella sólo rio.
—Qué gusto verte. Ya pedí un taxi para llevar tus valijas —miró a la espalda de su hermano dos enormes valijas con diseños animal print.
—So, let's go —exclamó dirigiéndose al lado opuesto en donde se encontraban los taxis y olvidándose sus pertenecías.
—Al otro lado —Daina recordó lo despistado que era mientras agarraba una de las valijas atigradas.
—¡Al otro lado! —giró dramáticamente para subirse al taxi equivocado.
—Dios —murmuró por los bajo mientras llevaba ambas valijas.
—Y cuéntame, ¿qué vas a organizar por tu cumpleaños? —dijo una vez estuvieron en el taxi correcto, dirigiéndose al departamento.
—Mh, no lo sé aún. Algo simple, no conozco a tanta gente.
—¿Algo simple? —dramáticamente abrió los ojos y apretó su pecho—. Pero por favor, déjamelo a mí.
