Daphne.
Normalmente no soy una persona que se deja intimidar o se pone nerviosa por algo o alguien en especial.
Pero esta vez parece haber una excepción.
Salgo del aula casi tropezando y voy hacia el baño a lavarme la cara. Dios, que calor hace. ¿Soy yo o de verdad la temperatura está a más de 45°? Lavo mi cara y echo agua a mi cuello para bajar el ardor.
Kristen Whitney es la razón de mi acaloramiento. Es la razón de mi nerviosismo. Ella siempre ha sido la razón de todo.
Sé disimular muy bien, así que ella no se da cuenta cuando le pillo viéndome y cuando la observo yo.
Me han gustado las mujeres desde que tenía catorce años. Estaba en la escuela y tenía una mejor amiga con la que estaba casi siempre. Solo llevábamos mínimo un año y medio de amistad pero en ese tiempo, después de convivir tanto, sentía atracción por ella. No conocía nada de eso, nunca había tenido pareja y ni siquiera había dado mi primer beso, así que un día la besé, fue un impulso que tomé pero le hice creer que fue un error.
Ella se molestó y se alejó de mí, esparciendo rumores y chismes de que yo la había besado y de que me gustaban las niñas. También dijo que le daban asco las lesbianas y eso fue la gota que derramó el vaso.
A los meses me cambié de escuela, donde no conocía a nadie y tampoco me conocían. Nunca le dije a nadie que me gustaban las chicas así que todo fue mejor. Pude hacer amigas sin ningún problema, y amigos, en especial Axer, que es como mi hermano. Pero justo en esa escuela había una chica que me parecía curiosa. No era solitaria pero sí le gustaba estar sola. Veía que no tenía muchos amigos pero tampoco se esforzaba por hacer. Nunca me acerqué y ella nunca se fijó en mí.
Ahora, ambas estamos juntas en la misma universidad. Ella estudia fotografía y yo diseño gráfico. Ella comparte dos materias conmigo. Ella siempre fue la chica que me gustó.
Siempre hago como que la ignoro y nunca la hubiese visto pero es inevitable. Ella me pone nerviosa aunque no se da cuenta.
Justo salgo del baño y me encuentro con mi mejor amigo Axer.
—Hola pequeña, ¿qué tal el día de hoy? —me revuelca el cabello como si fuera una niña. Siempre hace eso y antes me enojaba pero ya me acostumbré.
Llevo siendo amiga de Axer desde hace casi siete años. Es el único amigo que sabe que me gustan las chicas. Es el único amigo que siempre ha estado para mí siempre y me apoya en todo. También es el único que sabe quien me pone nerviosa y los pelos de punta. Sabe que hay rumores de él y yo siendo novios pero no nos importa porque sabemos que no es verdad, más sin embargo, él lo disfruta.
—Hola Ax.
—¿Qué sucedió? Te ves súper roja, pareces un tomate. —Se mofa riéndose.
—Nada, no sucedió nada —blanqueo los ojos pero tengo una sonrisita que me delata.
—¡Ay vamos! Cuéntame Daph —chilla y pone ojitos de perrito. Es imposible decirle que no cuando pone esa cara.
—Nada, solo que al salir de la clase de historia del arte se me cayeron algunas cosas por tropezar y Kristen se dió cuenta así que me ayudó. Estuvo muy cerca de mí, Ax. ¡Me habló!
—Wuau. Parece que esa chica realmente te tiene loca, pequeña —sonríe triunfalmente.
—Ay, ya cállate por favor. Mejor ve a clases, te toca con la señora Williams y si llegas tarde te dejará afuera.
—Vale, vale. En la hora del almuerzo nos vemos ¿ok? —me señala acusatoriamente.
—Vete ya.
•••
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Inevitable Destino ✔️
Teen FictionA Kristen le cuesta volver a confiar en el amor por su primera pareja, pero cuándo ve a esta persona se le acelera el corazón y su mundo se detiene. Daphne nunca ha tenido una relación, pues la chica de sus sueños es nada más y nada menos que Kriste...