Inevitable Destino ✔️

Capítulo 4

Kristen.

Su sonrisa es algo precioso de ver.

—Daphne, ¿puedo hacerte una pregunta?

Siento que se tensa pero acepta.

—¿Por qué nunca me hablaste y hacías cómo que no existía?

Respira profundo y piensa un momento antes de responder.

—Porque... sentía que te caía mal —tropieza al hablar.

—¿Qué? Nunca me caíste mal.

—Lo siento, creía que sí —parece avergonzada.

—Ya. No te preocupes.

Sí supiera que me cae mal por gustarme.

Maldita sea.

Nos quedamos calladas por unos minutos más disfrutando de la calma del jardín. Se pasa el tiempo volando y veo que nuestra segunda hora de clase ya acabó y debemos ir para la siguiente.

La voy a llamar cuándo veo que tiene los ojos cerrados y media sonrisita.

—Oye, Daphne.

—¿Sí? ¿Qué sucede? —ronronea.

—Ya se acabó la hora.

—Oh mierda —y se levanta de inmediato para irse pero se detiene y voltea a verme —. Gracias por este momento, Kristen. Lo disfruté.

No espera respuesta alguna y se va de inmediato. Dios, es muy extraña, pero aún así me gusta. Procedo a levantarme para entrar otra vez a la facultad e ir por la tercera clase del día de hoy.

—Hola señorita Ava.

—Buenos días, Whitney —Me sonríe amablemente y me invita a pasar al aula.

Ésta clase es muy interesante de ver. En realidad, amo mi carrera. La fotografía es algo magnífico de hacer. Poder captar los momentos para que te duren toda la vida. Aquellos recuerdos que nunca podremos olvidar y que siempre estarán con nosotros en todo momento.

Alguien me silva varias veces pero no presto atención, hasta que me tiran un... ¿pedazo de borrador?

Volteo a ver quién fue y claro, ya me lo esperaba.

—¿Qué quieres Ryden? —frunzo el ceño.

Sonríe cómo si hubiese ganado un récord.

—Nada. Solo quería llamar tu atención.

—Maldito tonto, ya deja de joderme.

—¡Ay! Sabes bien que te gusta que lo haga, Kris.

—No me llames así.

—¿Por qué? Si así te llamas. —Ríe burlón y divertido.

Justo estoy por responder pero suena el timbre y rápidamente salgo de esa clase malhumorada sin siquiera despedirme de la profesora.

Menudo asqueroso. Cómo lo odio.

—¡Hey, hey, hey Kris! ¿Qué sucedió? —Idara me alcanza y me detiene.

Respiro varias veces profundo antes de responder.

—El estúpido de Ryden me molestó hoy y eso me puso de mal humor. Dios, ¡qué rabia! Lo odio.

—Ya, ya, tranquila. No te preocupes Kris, cálmate primero —me abraza hasta que logro tranquilizarme y bajar la guardia con ella.

—Gracias Ida, me sirvió de mucho —le sonrío.

—Sabes que para eso estoy, cariño.

Es realmente sorprendente cómo un simple abrazo se vuelve tan especial de una persona importante para ti, que significa mucho hasta el punto de calmarse y estar en paz con esa persona.
Desde que conocí a Idara todo se volvió color de rosa en mi vida. Fue justo después de que terminara con mi ex novia.
Quería desahogarme, quería olvidar todo y por ello fui a un pequeño bar a tomar, lo que no contaba es que ese día la conocería y todo cambiaría para mí.

Trato de llamar la atención del bartender y me ignora. Alguien se sienta a mi lado y habla:

—¡Hey! ¿No ves que la chica te está llamando? No seas idiota y presta atención.

Wow, wow, wow. ¿Quién es está chica y por qué debemos ser amigas? Me volteo y veo a una chica pelinegra, algo tomada ya que se balancea un poco. Lleva un vestido algo casual azul.

—Hola, mucho gusto —me tiende la mano y sonríe —, soy Idara.

—Soy Kristen, un gusto —se la tomo y sonrío también.

Desde ese preciso momento en que insultó al bartender cómo toda una chica ruda,  sabía que nos llevaríamos muy bien.

•••

¿Les gustó? ¿Cómo les cae Idara?
Yo la amo, es la amiga que todos deberíamos tener en nuestras vidas.

¡Sorpresa! Les daré otro capítulo más.

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