Inevitable Destino ✔️

Capítulo 29

Daphne.

Después de tan inesperado pero caliente momento nos acostamos en la cama para ver alguna película. Tenemos gustos muy diferentes, ella ama las películas de terror y suspenso y yo amo las de acción y romance. Me acuesto en su pecho mientras ella me soba el cabello y me da mimos. No saben cuánto amo que lo haga.

Al final terminamos escogiendo una de comedia que nos tiene riendo cómo locas por lo graciosa que es. Al rato, la película se acaba y nos quedamos varios minutos en silencio hasta que ella susurra cantando:

Tu presencia es necesaria por razones

que hasta el sol de hoy no encuentro ni cómo explicar.

Pero estoy agradecida por montones

porque te encontré cuando no hallaba que buscar.

Tu cabello se posa sobre mi pecho

y es valioso el hecho de sentirte respirar.

Lo creas o no me siento satisfecha

pues tú me mostraste lo importante que es amar...

Alzo la cabeza para encontrarla mirándome mientras canta y sonríe.

-¿Preciosa?

-Te dedico esta canción.

-Nunca habían hecho algo así por mí.

-Mereces esto y todo el amor del mundo, cielo.

-¿Cielo? -arqueo mis cejas pero tengo una sonrisa boba.

-Cállate.

-Cállame.

Se acerca para besarme y yo me subo encima de ella. Y bueno, ya sabemos que sucedió después...

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Verla dormir tan serena y en paz es una de las cosas que quiero mirar cada día del año. Se ve tan calmada, tan tranquila, tan... apacible.

Me levanto en silencio para ir al baño y volver a acostarme junto a ella pero se despierta.

-¿Daph? -se frota los ojos hasta enfocarme-, ¿qué hora es?

-Shhh, son las seis, sigue durmiendo preciosa.

-¿Qué haces despierta tan temprano? Ven a la cama -me llama tocando el lado en que dormí y yo solo obedezco.

Me acuesto a su lado acurrucándome y pasando un brazo por su cintura desnuda. Creí que se había dormido otra vez pero murmura:

-¿Amor?

-¿Hmm?

-¿Cuándo hablaremos con nuestros papás sobre nuestra relación?

-¿Qué tal hoy? Los ponemos en una misma casa y les decimos a la misma vez ¿Te parece?

-Sí, ahora a dormir.

-Aburrida.

-¿Ah sí? ¿Aburrida yo? -me agarra de la barbilla y me alza la cabeza para verla entrecerrando los ojos.

-Sí, tú -me mofo con una sonrisa.

-Ya veremos.

Y se alza para estar encima de mí mientras me muerde el labio inferior para posteriormente besarnos y pasar lo que tenía que pasar. Cosas del destino.

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-Vamos, apúrate que nos esperan amor.

-¡Ya voyyyy!