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Pasaron unos tres meses exactos desde el nacimiento de Kösem, Hurrem rebosaba en alegría cada que veía a su pequeña hija, pasaba horas y horas hablándole, ya no se sentía sola en este palacio.
Pero no todo era felicidad, en esos tres meses, apenas y veía a Suleiman, ya no iba cada noche a los aposentos del Sultán, según Nigar era porque el Sultán respetaba el cuerpo de Hurrem y por eso no estaba con ella.
Pero la verdad es que Mahidevran no había desaprovechado la oportunidad, aquella mujer llevaba desde hace un mes a un nuevo miembro de la dinastía Otomana.
"Si tiene otro príncipe será mi fin." Pensó Hurrem terminando de amamantar a su pequeña.
──Hurrem.── Llamo Nigar entrando a la habitación.
──¿Que ocurre?── Pregunto Hurrem dejando a Kösem en su cuna.
──La Sultana Madre pidió que todas las mujeres del Sultán y sus hijos almorzarán juntas en el jardín.
──Bien, alista a Kösem, yo me arreglaré.
Nigar asintió y empezó a alistar a Kösem, en cuanto Hurrem simplemente se colocó el velo y unos aretes de perla, estando lista mucho antes que su hija y en lo que esperaba que terminasen con Kösem, se ponía a armar un plan para ingresar a sus aposentos esta noche.
──Ya está la pequeña Sultana.── Informo Nigar con una sonrisa en los labios mientras cargaba a Kösem.── Es una hermosa niña, aunque se parece a su padre.
Hurrem río levemente por el comentario de su amiga y salió de su cuarto junto a las dos mujeres, no tomo mucho tiempo llegar al jardín imperial.
Allí solo estaba Mukerrem, la madre Sultana y Mahidevran demorarían un poco en llegar, por lo que Hurrem se acomodó en un cojín cerca a la mesa.
──Desde que diste a luz a una niña nuestro Sultán ya ni siquiera te mira.── Hablo Mukerrem.── Después de todo eres mujer de una sola noche.
──Usted también fue mujer de una sola noche Entonces, ya que una vez que dió a Luz nunca más el Sultán la volvió a ver.
La griega miro de reojo a Hurrem con evidente enojo, para luego mirar despectivamente a Kösem, causando que Hurrem por instinto colocará un brazo delante de la cuna de su pequeña.
──No es un príncipe para que te pongas a la defensiva.── Dijo Burlonamente Mukerrem.
──Cierto, no lo es.── Respondió Hurrem mirando a la Sultana directamente a los ojos.── Pero es mi hija, y una princesa de la dinastía.
──Como si una hija tuya valiera algo.
──Sultana, le recuerdo que usted también llegó a este palacio como una esclava, si no hubiese Sido por qué dió a Luz a un Príncipe, bien que tampoco tendría valor.
──Insolente.── Mascullo Mukerrem con toda la intención de abalansarce sobre la hatun, pero no logro ni siquiera pararse, ya que llegó la madre Sultana junto a Mahidevran y Mustafá.
Ambas mujeres se apresuraron en hacer la reverencia en señal de respeto a la madre Sultana, una vez que Ayse Hafsa se sentó en el medio, las demás procedieron a sentarse.
Hurrem estaba sentada al lado de Gulfem, la cuál estaba al lado de Hatice Sultan.
──Mahidevran.── Hablo Ayse Hafsa.── Asegúrate en comer bien, nuestro futuro príncipe debe estar hambriento.
──No se preocupe Madre, me aseguraré de que nuestro nuevo príncipe no tenga hambre.── respondió Mahidevran con una sonrisa para empezar a beber la sopa.
──Que Allah le de salud Sultana.── Dijo Mukerrem con otras intenciones a Mahidevran.
──Amen.
Mustafá estaba al lado de Mahmud, ambos niños reían juntas y hacían bromas, a pesar de que sus respectivas madres apenas se podían ver, ambos niños eran muy unidos.
──¿Esa es nuestra hermana?── Pregunto Mahmud en voz alta mirando a Kösem.
──Lo es.── Respondió Mustafá.── Madre, no quiero una hermana.
Mukerrem, Mahidevran, Hatice y Gulfem rieron ante este comentario, mientras que Hurrem se tragaba sus ganas de ahogar a Mustafá con la sopa.
──No te preocupes hijo.── Hablo Mahidevran.── Por mi parte no tendrás ninguna hermana, solo hermanos.
──Eso es un alivio, no quiero más hermanas feas.
Hurrem se atraganto con la sopa para mirar a Mustafá con odio, ¿Fea? ¿Kosem era fea? No, la única fea aquí era su madre o Mukerrem, pero Kosem no.
──¡Mustafá!── Grito la Sultana Ayse Hafsa.── ¿Es así como educas a tu hijo Mahidevran? Kösem es una princesa de mi noble dinastía, merece respeto.
──Lo lamento Sultana.── Murmuró Mahidevran con la cabeza agachada.── Educare mejor al príncipe.
──Bien, que está situación no se vuelva a repetir o de lo contrario te enviaré al antiguo palacio.
El resto del almuerzo fue normal, nada relevante hasta que Hatice se le ocurrió preguntar algo.
──Madre, ¿Sah vendrá al palacio?
──Tu hermano considero apropiado que ella viniese por un tiempo.
──Eso está bien, la extraño demasiado.
Hurrem rodó los ojos, ahora tendría otra víbora en el palacio.
Su relación con Hatice era neutra, ni buena ni mala, pero sabía que la sultana de sangre prefería a las otras consortes antes que ella, y casi siempre la Sultana Hatice pasaba de ella.
Por lo que la pelirroja no siguió con su intento de tener amigos en el palacio, porque verdaderamente todos la odiaban, Salvo Nigar, Sumbul y Suleiman.
