𝐿𝛼𝑠 𝐿𝜀𝜎𝜋𝛼𝑠 𝐷𝜀 𝑇𝜎𝜌𝜅𝛼𝜌𝜄

¡Ibrahim!

━━━¿Cuál?━━━ Pregunto Kösem a su hermana.

──Mustafá.── Mihrimah miro por la ventana.── El es el hijo al que más quiere Suleiman.

──Bien.── Kosem miro a Mihrimah.──¿Cómo está tu rostro?

──No te preocupes por eso.── Mihrimah colocó sus manos en los hombros de Kösem.── Todo está bien Sultana.

Con un asentimiento por parte de Kosem, Mihrimah salió de la habitación donde había estado junto con su hermana, deshacerse de Mustafá no seria fácil y no solo eso, también estaba el príncipe de la Sultana Mükerrem, y esa mujer haría lo que fuese con tal de ser madre Sultana.

Tenia que dejar el camino libre para cualquiera de sus hermanos, principalmente Mehmed, aunque claro, no podía vivir esperanzada con que el viviría, esto era una guerra, por lo que tenía que estar abierta a todas las posibilidades, en caso de que Mehmed falleciera, tendría que ver cual de los tres es más capaz.

No, tenía que ver cual de los dos era más capaz, André no podía heredar el trono de ninguno de los dos reinos debido a su joroba.

Aunque claro, esperaría hasta que llegase ese momento, por el momento prefería creer que todo saldría bien y que no tendría que llorar a nadie.

Pero no era tan fácil mantener la esperanza, de rato en rato sus pensamientos paraban en Raziye o en Turhan, aun recordaba como la ultima había amenazado con asesinar a su hermana, y eso era algo por lo que tenía que preocuparse también.

La madre Sultana, Hatice, Mahidevran y Mükerrem eran otro dolor de cabeza, ¿Por que había tanta gente involucrada en esta situación?

──Oh Allah.──Murmuro Mihrimah.──Haz que ninguno de los míos muera en esta guerra, ten piedad de nosotros y que salgamos victoriosos.

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Kosem caminaba lentamente por los pasillos del palacio, gracias a su Tía la Sultana Sah, tenía una idea donde podría estar Ibrahim, sabia que estaba solo, por el hecho de que el Sultán Suleiman estaba explicándole a sus hijos la estrategia y como iban a atacar al Sultán Mehmed y a su hijo.

Mehmed escuchaba atentamente las explicaciones, su papel era simple en esta guerra: Ser el espía que dicte todos los movimientos del enemigo.

¿Era trampa? Sí, lo era, nadie podía negarlo, pero bien se dice que: "En el amor y en la guerra todo se vale." Y si él quería proteger a su familia, sabia que debía dejar su inocencia en el cajón y dedicarse a jugar igual de sucio que su padre y hermano.

Volviendo con Kosem, la sultana miraba a través de la puerta de la habitación, Ibrahim estaba leyendo unos documentos mientras miraba un mapa, estaba completamente solo.

Inconscientemente la princesa polaca sonrió, y se alejo unos pasos, entrando a otra habitación, encontrándose con Sumbul.

──¿Todo listo?

──Lo esta, Sultana.──Informo Sumbul.──Venga, escóndase detrás de esta cortina, veremos el espectáculo en primera fila.

Kosem accedió a lo que pidió Sumbul, pudo ver como el Paşa pedía que le trajeran algo para beber, encontrándose con la criada de Kosem, la cuál le trajo un "Jugo de Uva."

Aquel liquido era todo menos un jugo de uva, era agua con veneno, veneno morado traído directamente de la serpiente más venenosa del mundo.

Ibrahim no dudo en tomar el vaso, y una vez hubo terminado de tomar aquel liquido, se sentó de nuevo en su silla, tenia que planear la estrategia rápidamente antes de que los Safavidas pudiesen hacer algo.

La serpiente parga, empezó a sentir que su cabeza daba vueltas y que el lugar temblaba de un lado a otro, se paro para comprobar si había un terremoto o algo, pero no, es más, sus piernas empezaron a fallarle de un momento a otro.

La criada lentamente se acerco al Paşa.

──Ayúdame mujer.──Ibrahim hablo con la voz entrecortada. ──Infórmale al Sultán Suleiman que algo me ocurre.

──La Sultana Kosem, le envía sus saludos.──Dijo la muchacha antes de sacar un cuchillo.

Sumbul y Kosem compartieron una mirada, una mirada de alegria, y al mismo tiempo para evitar terminar de ver el espectáculo que se formaría.

Al terminar de oír los gritos de Ibrahim pidiendo piedad o ayuda, salieron de la habitación, indicándole a las criadas que tenían que hacer con la cabeza del Paşa.

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──Tranquilícese Tía.──Pidió Turhan a Hatice, quién caminaba de un lado a otro.

──Turhan tiene razón.──La Valide abrazo a su hija.──Nada malo va a pasarle a Ibrahim ni a ninguno de los nuestros.

──Si quizás, y me estoy preocupando por nada.──Hatice sonrió y miro a Turhan y a Mahidevran.──Gracias por estar aquí conmigo.

──Siempre estaremos para usted, Sultana.

Hatice pensó en decir algo más, pero su voz desapareció al ver a una criada ingresar con la cabeza de Ibrahim en una bandeja de plata fina, adornada con flores.

Turhan se helo al ver la cabeza de su querido tío allí, y Mahidevran menciono a Allah en voz baja, Gulfem y la Valide se quedaron asustadas al ver la escena.

──¡Ibrahim!──Grito Hatice entre sollozos para acercarse y tomar la cabeza de su esposo.──¡Ibrahim!

──Hatice, deja eso...──Pidió la madre Sultana.

Pero la Sultana Hatice hizo caso omiso a las palabras de su madre, más bien, cayo al suelo con la cabeza de Ibrahim entre las manos, Turhan y La Sultana Ayse Hafsa corrieron a sostenerla.

Los gritos de Hatice se escuchaban por todo el palacio, la Sultana lloraba inmensamente la perdida de su esposo.

──La Sultana Kosem le envía sus saludos.──Hablo la mujer antes de salir de la habitación.

La Valide entendió lo que significaba, ninguno de esos malditos iban a parar hasta que ellos cayesen, cada uno de los otomanos iba a pagar.

Turhan soltó el brazo de su tía, siendo dominada por un pensamiento: "La matare, ahora si lo hare."