Por otro lado estaba el campo de Batalla, cuerpos y cuerpos se arrojaban durante cada minuto, el olor a sangre era lo único que se olía en el ambiente, Ahmed luchaba al lado de Mehmed, ambos se cuidaban la espalda mutuamente, el ejercito de los Otomanos eran grande, por otro lado el ejercito Safavida también lo era, aunque estos tenían la ventaja de tener el ejercito Polaco a su favor.
Quizás y superaban al ejercito de Otomanos por cien o doscientos soldados, no era mucha la diferencia.
──¡Ojos al frente!──Grito Ahmed al ver que su padre se distrajo por un minuto.──Eres el enemigo principal, si te descuidas tu cabeza será la que rodara.
──¡Ya lo se!
──¿¡Y si lo sabes por que te descuidas?!
Mehmed no respondió a lo que dijo su hijo, en cambio se dedico a rebanar el cuello de algunos cuantos jenízaros, buscaba a Suleiman con la mirada, pero simplemente no lo encontraba...¿E Ibrahim? Se supone que él debía estar comandando el ejercito, pero no, ni rastro de él.
Había dos razones por las que él no estaba, la primera era por que es un cobarde y le daba miedo enfrentarse a él cara a cara, y la segunda (A la que veía más probable), era que alguna de sus dos amadas hijas se les haya ocurrió asesinarlo, lo cuál seria de gran ayuda en estos momentos, ya que significaba que el Sultán estaba en Shock.
Con una mirada le indico a Ahmed que abriera paso, ya que era el momento perfecto de atacar al hombre que se encontraba en la tienda.
El príncipe Safavida acato las ordenes de su padre y comenzó a barrer el suelo con los jenízaros, haciéndole un camino a su padre, el cuál se acercaba con algunos hombres a la tienda del Sultán.
Con forme se acercaba, más soldados iban apareciendo en su vista, lo cuál era evidente, donde se encontraba Suleiman es el lugar que más custodiado estaría, con cada paso que daba se iba emocionando con ponerle fin a esta guerra, pero cuando le faltaba muy poco para llegar a la tienda, se dio cuenta de que estaba siendo muy fácil todo.
Había dejado a su hijo atrás de él, y poco a poco entendió la estrategia de Suleiman, por lo que se volteo rápidamente, observando a Ahmed pelear con un soldado, o bueno, no era un soldado, era él esposo de la hija de Suleiman, Taçlicali, el mejor amigo de Mustafá y el esposo de Raziye Sultan , defendiéndose como podía.
Y para su maldita suerte, se dio cuenta de que un soldado se acercaba con una espalda por detrás a su hijo, sin dudarlo ni un minuto más, corrió hasta llegar a su hijo, gracias a Allah que llego en el momento exacto, de lo contrario, Ahmed no lo habría contado.
──Lo lamento.──Se disculpo Mehmed con una mezcla de enojo, preocupación y miedo.
──Esta bien.──Dijo Ahmed empujando al Taçlicali. ──Ibrahim esta muerto.
──¿Ya se confirmo?
──Si, vino un mensajero a decirme, también te trajo una carta de mi madre.──Ahmed le dio la carta a su padre.──Léela en un lugar donde estés a salvo, yo puedo con esto.
Mehmed asintió y fue hasta la tienda de los Safavidas para leer la carta, donde efectivamente se confirmaba que Kosem se habia deshecho del Paşa y los movimientos próximos de Suleiman y Mustafá.
Tanto padre como hijo, pensaban deshacerse primero de Ahmed para luego ir por él, pero ahora que lo sabia, no iba a permitir que eso ocurriese, él iba a proteger a su hijo.
Mehmed salió de la carpa y tomando nuevamente su espada, comenzó a caminar directamente al campo de Batalla, pero fue detenido por su mensajero.
──Mi Sultán, malas noticias.
──¿Qué ocurre?──Pregunto Mehmed temiendo lo peor para Hurrem y alguno de sus hijos.
──La Sultana Kosem....──Empezó el mensajero con evidente nerviosismo.
──¿¡Que pasa con Kosem?!
──La Sultana Turhan...Ella...
Mehmed entendió y sin querer escuchar más, agarro su caballo y se dirigió hasta a Ahmed, el príncipe miro sorprendido a su padre, al ver que este bajaba del caballo pálido y le daba las riendas.
──Corre.──Pidió Mehmed pálido intentando contener las lagrimas.
──¿Ocurrió algo con la Sultana Hurrem?
──Corre a ver si la encuentras con vida todavía.
──¿¡Pero a quien?!
──A Kosem...
Y sin necesidad de escuchar otra palabra más, Ahmed subió al caballo y salió corriendo, dejando a su padre solo en el campo de batalla.
Mehmed saco su espada y comenzó a decapitar a todo aquel que se le acercara, su impotencia de no haber podido proteger a aquella que consideraba como su hija lo animaba a seguir luchando, al menos si ella moría, su muerte no quedaría en vano.
No quería ni siquiera imaginar como estaría Hurrem, si a él le dolía ni siquiera siendo su sangre, ¿Cómo estaría ella? Se estaría rompiendo las cuerdas vocales llorando por la muerte de su hija.
Suleiman y Mustafá vieron desde lejos que Mehmed estaba solo, esta era una oportunidad perfecta para ellos, y sin pensarlo no dudaron en aprovecharla.
Enviaron a un grupo de jenízaros a rodearlo, era evidente que Mehmed no podría con todos y poco a poco se iba cansando, había que admitir que los jenízaros peleaban bien y eran duros de matar.
Suleiman al ver que poco a poco el Sultán Mehmed se cansaba, en su caballo avanzo hasta él y sin previo aviso, clavo su espada en la espalda del Safavida, obteniendo un grito desgarrador por parte de este.
A los pocos segundos, la vida de Mehmed se esfumo, ahora solo faltaba Ahmed y abrían ganado la guerra.
Hurrem volvería a ser su esclava y se arrepentiría de haber ocasionado todo esto.
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──¡SULTANA!──Grito Sumbul asustado.
──¿Qué ocurrió?──Pregunto Hurrem contagiada del miedo de Sumbul.
──Cosas terribles, Sultana, cosas horribles.
──¡Pero dime!──Exclamo Hurrem temiendo lo peor.
──La Sultana Kosem....──Sumbul sollozo, haciéndole entender a Hurrem lo que habia pasado.
──No...──Los ojos de la reina polaca se empezaron a humedecer.──No...No...¡NO!...¡NO!
Hurrem grito, ¿Como? ¿En que momento? ¿Quién se habia atrevido a hacerle eso a su pequeña? Gritaba, Gritaba mientras lloraba y golpeaba el suelo del palacio.
──Madre...──Mihrimah entro sollozando a la habitación.──Mi padre, El Sultán Mehmed...
Hurrem por inercia se tapo las orejas, no quería escuchar, no quería, ya tenia suficiente con el dolor de la muerte de su hija como para que su esposo, el hombre que amaba también hubiese ido acompañar a su hija en el más allá.
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𝐿𝛼𝑠 𝐿𝜀𝜎𝜋𝛼𝑠 𝐷𝜀 𝑇𝜎𝜌𝜅𝛼𝜌𝜄
Historical Fiction𝐇𝐮𝐫𝐫𝐞𝐦 𝐒𝐮𝐥𝐭𝐚𝐧 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐭𝐮𝐯𝐨 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐢𝐣𝐚, 𝐞𝐬𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐜𝐥𝐚𝐫𝐨 𝐲 𝐞𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚, 𝐩𝐞𝐫𝐨 ¿𝐘 𝐬𝐢 𝐕𝐚𝐥𝐢𝐝𝐞 𝐊𝐨𝐬𝐞𝐦 𝐒𝐮𝐥𝐭𝐚𝐧 𝐡𝐮𝐛𝐢𝐞𝐫𝐚 𝐬𝐢𝐝𝐨 𝐬𝐮 𝐡𝐢𝐣𝐚? ¿𝐐𝐮𝐞́ �...