Kosem estaba en sus aposentos, con la mayor tranquilidad del mundo, Ibrahim ya había muerto, solo quedaban dos de los que debía deshacerse, Mahmud y Kasim, hijos de de Mükerrem y Gulnilhal, no se preocupaba por Mustafá ya que Mihrimah se encargaría de él.
Pensando en su próximo movimiento, se levanto, iría a contárselo a su madre, ella debía saber su gran hazaña, la Reina Polaca merecía saber que ahora era un enemigo menos.
Sin ningún temor por lo que había hecho, salió de sus aposentos, sus criadas todavía no volvían del palacio de Ibrahim, por lo que se encontraba completamente sola.
Faltaba poco para llegar a los aposentos de su madre, y cuando ya había llegado prácticamente, un golpe en seco la hizo caer al suelo, simplemente se escucho el sonido de su cuerpo desplomarse, aunque no era lo suficientemente fuerte como para que Sumbul o la Sultana Hurrem saliesen a ayudarla.
Poco después su cuerpo fue arrastrado por los pasillos, hasta que la distancia fue considerablemente alejada, cargaron el cuerpo de Kosem y lo subieron a un carruaje.
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Turhan miro a su hermana, esperaba sentada a que ella despertase, no la habia amarrado, ya que cuando se levantase estaría anonada y le costaría reconocer el terreno en el que pelearía.
La observaba directamente, ella había matado a una persona importante para su vida, por lo que debía pagar, no iba a dejarla con vida, ni a ella, ni a Hurrem, ni a Mihrimah, ni a ninguno de sus hermanos.
Sabia que Mihrimah planeaba algo pero no tenía ni la más mínima idea de que era, pero, si asesinaba a la mujer que tenía en frente, podría deshabilitar a Mihrimah y a Hurrem, retrasaría sus planes y podría averiguar que era lo que planeaban.
Kosem lentamente abrió sus ojos, levantando su cabeza sin entender en donde estaba, esto no era Topkapi, tampoco su palacio en Polonia o su palacio en el imperio Safavida.
Busco con la mirada algo familiar, pero no encontró nada, simplemente a Turhan, entendiendo la situación.
──Turhan.
──Kosem.
──¿Qué se supone que haces?── Pregunto Kosem entrecerrando sus ojos.
──¿Qué crees que hago?
──Lo que sea que intentes hacer, no te va a resultar.
──Yo diría todo lo contrario.
──Mira.──Kosem miro a Turhan.──Lo que seas que estés planeando hacer, no lo hagas, si me ayudas a volver al palacio, tendré piedad de ti, te casare con un Paşa cuando todo esto termine y te enviare a vivir lejos para que tengas una vida plena.
──No me interesa nada de eso.
──Estoy siendo piadosa Turhan, te lo advierto, desataras una tormenta de la cuál no te podrás librar y si aprecias aunque sea un poco tu vida, sabrás que no estoy jugando.
──Yo tampoco.──Respondió Turhan.──Pero aun recuerdo que tu juego favorito eran las escondidas.
──¿Qué con eso?
──Juguemos un rato.──Turhan sonrió mientras daba la vuelta al lugar donde estaba su hermana.──Divirtamos antes de que entierre tu cuerpo.
──Eso no sucederá.──Dijo Kosem, levantándose del sofá para intentar buscar una salida.
Turhan la tomo de los brazos reteniéndola, Kosem por inercia le metió un codazo, haciendo caer a Turhan, momento que aprovecho para salir corriendo del lugar.
Mientras corría observaba todo a su alrededor, nada, todo estaba completamente sellado, las ventanas, las puertas, no había manera como escapar, miro las escaleras del segundo piso y se decidió a subir, quizás y había una ventana en alguna de las habitaciones de la mansión.
No importaba si estaba en lo más alto, ella estaría dispuesta a saltar con tal de salvarse y correr hasta Topkapi, aunque no tenia ni la más mínima idea de donde se encontraba.
Se metió en una de las habitaciones, no había ventana allí, quiso salir pero, los pasos de Turhan empezaron a hacerse presentes en las escaleras, por lo que sin pensar en lo absoluto, agarro un fierro empolvado que había al lado suyo, se escondió en el armario que tenia en frente.
Rezo una plegaria para que Turhan pasara por alto la habitación o bueno, para al menos haberse escondido bien.
Pero al parecer la suerte no estaba del lado de la joven Sultana, ya que un pedazo de su vestido quedo a simple vista del armario, el lugar era perfecto para cometer un asesinato atroz.
Turhan abrió el armario con una sonrisa.
──Perdiste.──Murmuro la hija de Mahidevran sacando una cortina de sus ropajes.
──Yo no lo creo.──Respondió Kosem con una sonrisa, sosteniendo el fierro y sin ningún aviso, se abalanzo sobre Turhan.
La Otomana logro colocar la tela alrededor del cuello de la polaca, mientras esta golpeo el brazo de Turhan con el fierro.
Cada quien luchaba como podía, Turhan iba ganando, ya que simplemente tenia que jalar la tela, asfixiando a Kosem.
Y Kosem por su parte le dejaba moretones por todo el cuerpo, la falta de oxigeno no le permitía idear una estrategia y simplemente estaba golpeando al aire.
Pero era imposible ganarle a Turhan, por lo que ya con un paso más allá que acá, logro atinar un golpe a la cabeza de su hermana, dejándola caer con su ultimo suspiro.
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𝐿𝛼𝑠 𝐿𝜀𝜎𝜋𝛼𝑠 𝐷𝜀 𝑇𝜎𝜌𝜅𝛼𝜌𝜄
Historical Fiction𝐇𝐮𝐫𝐫𝐞𝐦 𝐒𝐮𝐥𝐭𝐚𝐧 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐭𝐮𝐯𝐨 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐢𝐣𝐚, 𝐞𝐬𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐜𝐥𝐚𝐫𝐨 𝐲 𝐞𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚, 𝐩𝐞𝐫𝐨 ¿𝐘 𝐬𝐢 𝐕𝐚𝐥𝐢𝐝𝐞 𝐊𝐨𝐬𝐞𝐦 𝐒𝐮𝐥𝐭𝐚𝐧 𝐡𝐮𝐛𝐢𝐞𝐫𝐚 𝐬𝐢𝐝𝐨 𝐬𝐮 𝐡𝐢𝐣𝐚? ¿𝐐𝐮𝐞́ �...