Capitulo 1

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   Aquellos brazos fuertes sostenían sus nalgas mientras arremetía brutalmente contra él buscando liberar su estrés por medio del sexo.

Su espalda estaba siendo lastimada por la pared de cemento rústica que estaba detrás, haciéndolo sangrar y permanecía con las piernas abiertas deseando poder llegar a su tan anhelado orgasmo.

Solo así podía calmarse, solo así podía estar tranquilo:

Follando...

— Más duro — exigió.

— Te estoy dando con todo, Joder.

— No es suficiente, necesito más.

— Maldición, Park. Estamos en un jodido baño de mala muerte y tenemos que ser rápidos.

El rubio lo empujó colocándose de pie para luego irse a buscar sus prendas que estaban regadas por debajo de sus pies.

— No me sirves... — dijo, secando el agua mezclada con sudor que tenía en el cuerpo.

— ¿Cómo mierda puedes decir eso? Tengo una buena polla y te estaba cogiendo bien. Te escuché gemir...

— Estaba fingiendo. No eres lo que busco, lo siento... Suerte con tus cosas, pero no me llames más.

Se vistió y salió del baño dejando a su conquista de la semana literalmente abandonada, luego de que este no lograra hacerlo llegar al clímax.

Siempre era así: si le gustaba, lo cazaba y lo tenía. Pero lamentablemente con ese chico no pudo cumplir su cometido ya que, aunque era atractivo no logró satisfacerlo.

— Estoy yendo... — dijo al teléfono.

— Vienes una maldita hora tarde ¿Lo sabías?

— Me importa una jodida mierda tu maldito horario. Estaba follando y no voy a dejar de hacerlo solo porque necesitas una bala en la cabeza de alguien.

— Eres un hijo de puta.

— Lo soy — sonrió peinando sus cabellos dorados antes de ponerse el casco — te veo en díez — finalizó la llamada para subirse a su motocicleta rumbo a la mansión de su amigo y jefe.

  El viento en su cara le encantaba, y más cuando manejaba a toda velocidad por la ciudad.

No le temía a la muerte porque la misma era su trabajo:

El sicariato.

Pero eso nadie lo sabía, ya que su rostro demostraba inocencia y era capaz de manipular y hacer creer que era un ángel. Cuando en realidad era el mismísimo demonio en el cuerpo de una deidad.

Se estacionó en el frente de la gran casa y la ama de llaves, quien lo conocía perfectamente, le abrió dejándolo pasar.

El moreno con bata roja en seda lo esperaba mientras fumaba un tabaco sentado en el sofá — Llegas tarde...

— Ya te dije lo que estaba haciendo — le quitó el cigarro de las manos y le dió dos caladas para luego devolverlo — no tengo toda la noche — le apuró, sentándose en el asiento que estaba en frente.

Kim Namjoon colocó una foto sobre la mesa y Jimin la tomó — ¿Quién es?

— Son Woongae: Político... El bastardo hizo un convenio conmigo en el cual me permitía pasar droga al país, pero mis cargas fueron decomisadas y ahora no me quiere responder.

— ¿Y por eso lo vas a matar?

— Tú lo harás — dijo divertido.

— Gracioso... ¿Cuándo?

— Lo quiero muerto antes del viernes a las 8am. Es su juramentación cómo alcalde.

— Así será — se levantó — ¿Algo más?

— ¿Tienes prisa?

— Me quedé con ganas de correrme, debo ir a casa a meterme algo.

— Puedo ayudarte — dijo sugerente.

Jimin rió coqueto y caminó elegantemente hacia la salida — Ni en tus sueños más fumados, mi querido amigo — Sí, le gustaba el sexo. Podía catalogarse cómo ninfómano pero era selectivo; no dejaba que cualquier pene entrase en él. Solo el que él quería.

Al llegar a su departamento dejó las cosas sobre la mesa. Pasó al cuarto de su padre y lo vió dormir. Entró en silencio para acercarse y darle un beso en la frente.

El anciano abrió los ojos y sonrió al ver a su hijo — Llegaste...

— Sí, papá ¿Comiste algo?

— Lo hice, te dejé un plato en el microondas.

— Gracias... Te llevaré a un lindo restaurante mañana ¿Te gustaría?

— Me encantaría, hijo mío ¿Todo bien en el taller?

Jimin tragó saliva. Su padre creía que trabajaba en un taller de motocicletas, y no sospechaba en lo absoluto lo que en realidad este hacía.

— Todo estuvo bien, por eso saldremos. Me fué excelente hoy, vuelve a dormir. Nos veremos por el día.

Iba a salir del cuarto cuando escuchó la voz de su progenitor — Jiminie... Te amo, hijo. Descansa.

Volteó a verlo y le regaló una sonrisa — También te amo, padre.



      Ajaaaa mis esclavas. Volvimos volvimoooss y somos más de 1.000 dios mío ayuda las amo mucho. Espero tenerlas conmigo en esta nueva aventura y que confiemos en el proceso. Si, Jimin es rubio y soportan pq así es como más me gusta xd esta vez no es un chico frágil si no todo lo contrario. Pero eso lo irán descubriendo. Bienvenides 😈

Inside your skin - Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora