Capítulo 10: Volar con la mujer que amas siempre será una experiencia linda.

15 4 2
                                    

Por fin anocheció.

Salimos a la azotea del edificio de apartamentos. Santina llevaba consigo su orbe bastante alegre. Y nosotros estábamos muy ansiosos, no podíamos ocultarlo.

―¿Están listos? ―nos preguntó sonriente porque sabía que lo que nos mostraría nos impresionaría.

Luz y yo asentimos.

La niña levantó el orbe lo más alto que pudo con su pequeña estatura, cerró los ojos, recitó alguna clase de conjuro en su idioma natal y el orbe ese empezó a brillar, estuvo así unos minutos y luego bajó la mano. Aquel orbe aún seguía brillando.

―¿Y ahora qué?

―Tóquenlo.

―¿Qué?

―¿No nos pasará nada si lo tocamos ya que no manejamos magia? ―preguntó una temerosa Luz.

―Al tocarlo se les trasmitirá parte de los poderes de la heroína ―explicó la dríada―. Ustedes también serán capaces de usar magia, aunque solo de manera temporal porque en este mundo no existe la magia y no les durará mucho tiempo. Pero podrán hacer todo lo que imaginen. Todo está en su mente.

A la cuenta de tres, Luz y yo tocamos el orbe al mismo tiempo, y pudimos sentir cómo una corriente poderosa de energía se apoderaba de nuestro cuerpo, como si nos revitalizara por dentro.

―¿Qué es esto? ―me preguntaba mientras me contemplaba a mí mismo.

―Es todo suyo ―y se alejó no sin antes guiñarme un ojo en complicidad.

Ya sabía lo que tenía que hacer.

―Cierra los ojos ―le dije a Luz.

―¿Qué?

―Tú hazlo, confía en mí.

Un poco confundida, la chica cerró los ojos y tomé su mano, aunque hacia frío, era cálida y suave al tacto. Cuando los abrió ya nos encontrábamos como a diez metros del suelo.

Instintivamente se aferró a mi completamente asustada. No les voy a mentir, me emocioné de más cuando hizo eso y por poco hizo que me desconcentrara y cayera otra vez al suelo, pero pude controlarme.

―¿Q-qué hiciste?

―Tranquila, no pasa nada.

Poco a poco me soltó hasta que otra vez estábamos tomados de la mano.

No sé exactamente cómo funciona la magia que maneja Santina, pero fue tal y como ella lo decía "Todo está en la mente"

Y empezamos a elevarnos otra vez hasta encontrarnos con la niña, la cual ya estaba en el aire situada un poco más arriba de nosotros. Cuando llegamos con ella los tres nos tomamos de la mano formando un circulo.

Jamás se me va a olvidar la hermosa sensación que sientes al volar como en las películas, justo como lo haría Superman o los personajes de Dragon Ball, y todo eso nosotros lo estábamos viviendo.

El poder ver desde arriba toda la ciudad iluminada, la gente y los autos que iban pasando, ir aún más arriba y sentir la brisa del aire, volar a través de las nubes, contemplar la luna. Todo era tan bello, no tengo palabras para describir lo hermoso que fue esa experiencia, y más porque la viví junto a la mujer que amo.

Gracias Santina, gracias por llegar a mi vida y hacer que viviera estos momentos inolvidables a lado de Luz. Ha sido la experiencia más linda que jamás he vivido, no me arrepiento de haberte recogido de la basura cuando te encontré en el cine abandonado.

La historia de Santina y la míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora