Capítulo 15-A: Como de costumbre, lo arruiné todo.

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Esa noche, en nuestro apartamento, le explicamos lo sucedido a Luz. Permaneció incrédula cuando comenté que una mujer con semejante poder se encontraba viviendo de incógnito en nuestro mundo, pero al final también se molestó con su actitud indiferente.

―¿Pero qué mierda? ―exclamó al final de la explicación. Debo decir que escucharla soltar groserías se sintió raro viniendo de una chica tan linda―. Se supone que es una heroína. ¿Por qué no quiso ayudarte? ¿No le interesa salvar su mundo natal?

―Eso dijo ―Santina aún seguía triste con lo sucedido. Ya antes había intentado animarla de algún modo pero la verdad es que no sabía qué hacer―. No nos ayudará.

―¿Y que harás ahora? ―le pregunté.

―Me queda muy poca magia ―respondió―. Como mucho, una hora, si tengo que volver a mi mundo, lo tengo que hacer ahora, aunque...

―Pero volverás sola.

―Aunque la heroína haya dicho otra cosa ―respondió la niña―. Nuestro reino no será capaz de derrotar al hechicero oscuro. Ella era nuestra única esperanza.

Y suspiró.

Quedamos en un silencio bastante extenso, y entonces noté que se puso su mirada mi por un buen rato, incluso me empecé a sentir incómodo.

―¿Qué sucede? ―al fin pregunté.

―Tú...

―¿Yo qué?

―Puedes venir conmigo.

―¿Qué ¿a dónde?

―A mi mundo obviamente.

―¿De qué hablas?

―Tú podrías ser un nuevo héroe ―Santina empezó a recuperar su optimismo―. Podrías ayudarnos a vencer al hechicero oscuro.

―¿No hablas enserio verdad? ―repliqué― Yo no sé usar magia.

―Pero en mi mundo podrás hacerlo ―respondió―. Claro que habrá que entrenarte para que controles tu magia, pero creo que sí podrás.

―¿Cómo es que llegaste a esa conclusión? ―respondí―. ¿De dónde sacas que yo podría ser un héroe como el que buscas?

―Porque vi cómo intentaste salvarme del caballero oscuro ―respondió―. A pesar de que te lastimó el pie, no dudaste ni un segundo.

―Precisamente porque me lastimaron el pie es que no es buena idea que yo sea un héroe. Hice eso sin pensarlo, y por poco me mata ¿Qué hubiera pasado si me hubiera disparado más arriba?

―Pienso que deberías pensar bien su propuesta ―intervino Luz―. Y no rechazarla.

―Es que ya no tenemos tiempo ―comentó la dríada―. Si tomas tu decisión vendrás conmigo en este momento porque mi magia se está acabando.

―Es que yo ya decidí que no iré contigo.

―¿Por qué no quieres ir?

―Porque no te voy a servir como héroe ―respondí―. Créeme, estando allá te daré problemas.

―¿Te estás rindiendo desde antes de intentarlo? ―increpó Luz.

―Es que yo...

―¿Es que qué? ―respondió Santina―. De todos modos ¿Por qué te querrías quedar aquí? Ya no tienes trabajo, tu familia no te quiere, eres un completo fracasado.

―Oye, párale a tus insultos.

―Me refiero que allá tendrás la oportunidad de ser reconocido ―sonrió―. Serás un héroe, la gente te respetará y admirará. ¿No quieres eso?

La historia de Santina y la míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora