-Narra Gavi-
Antes de que Pedri nos viniera a buscar, Aurora me había visto muy nervioso y me dijo:
- Hey, ¿qué te pasa? Te noto muy tenso- la miré como si ella supiera algo y continuó- no estarás nervioso por ver a Estef, ¿no?
Al escuchar ese nombre me puse aún más nervioso pero tuve fuerzas para contestarle
- Aurora, ¿pero qué dices? Es la hermana de mi mejor amigo- hice una pausa y me acordé de un detalle muy importante- Además, no sé si te acuerdas que tengo novia.
A mi hermana se le cambió la cara porque a ella no le caía nada bien María.
- Esa chica no me gusta nada, te quiere por el simple hecho de que eres rico y famoso.- Nada más terminar de decirlo con una cara de pocos amigos, vimos el coche de Pedri a lo lejos y se lo dije para que no dijera nada más.
Ella fue corriendo junto a Estef en cambio yo me quedé fuera para hablar con mi amigo.
- Hola bro, ¿qué tal? Te veo... amargado, ¿pasa algo con tu chica?- le miré y le contesté- No tío, es mi hermana que no le gusta ni un pelo dice que me quiere por lo que tengo-
- No te ralles, la verdad es que siempre que salís es para ir de compras y siempre sale ella con bolsas y tu tarjeta sudando- creo que al verme mi mirada hablaba por mi.
- Te quería avisar de una cosa- al decirme eso, crucé los brazos y le escuché atento- mi hermana..- otro más que me hablaba sobre eso..- está perdidamente enamorada de ti- mis ojos se abrieron como platos- y ya ví como miraba a Marcos y como te mira a ti y hay mucha diferencia....- Eso último era lo único que no quería escuchar.- te pido que no le hagas daño, tú no- me entristeció mucho y más haber visto la cara de pena que puso Pedri.
-Bueno, mejor vamos yendo que Estef estaba muy cansada- dijo mi amigo cambiando de tema.
Ví como su hermana se cambiaba de asiento dejando el de alante libre para que me sentara yo. Le iba a dar las gracias, pero no se la veía bien, la veía muy triste, igual que cuando se enteró que su ex le había puesto los cuernos.
Poco después, casi cuando íbamos a llegar a casa, nos sorprendió lo que dijo mi hermana. Se estaba mareando, eso es raro en ella, en su vida se ha mareado, solo cuando se emborrachaba. Cuando Pedri paró el coche, se escuchaba una respiración muy agitada, como si tuviera complicaciones para respirar. Era Estef, no se que le pasaba pero lo único que sabía era que algo andaba mal. Aurora nos dijo que irían andando a lo cual mi amigo asintió y arrancó pero a lo lejos se podía ver a las chicas y veía que la hermana de Pedri se sentaba en un banco sin fuerzas para andar. Estaba muy preocupado por ella, ¿qué le pasaría?
Ya pasaron más de 15 minutos y ellas aún no habían aparecido. Su hermano y yo les habíamos llamado pero sin éxito. Cuando estábamos a punto de llamar a la policía, llamaron al timbre. Fuimos corriendo porque pensábamos que eran ellas. En efecto.
Vimos a Aurora y a Estef detrás de ella, como si mi hermana la estuviera tapando por algún motivo.
- ¡Gracias a Dios, Aurora estáis bien!¿Por qué tardasteis tanto?- dijo Pedri histérico.
Yo solo me fijaba en Estef que se la veía muy desanimada y triste.
- Estamos bien, bueno, algunos mejor que otros- dijo mi hermana al referirse a la hermana de mi amigo.
Nada más terminar de hablar Aurora, Estef la miró con cara de desilusión por lo que dijo ella y subió corriendo las escaleras.
Fuimos a cenar, ya que era tarde y todos teníamos hambre.
- Pedri, ¿y tu hermana no baja?- dije esperando que dijera que sí.
- No, se encuentra mal- dijo Aurora de nuevo cubriéndole las espaldas.
Ya habíamos terminado de cenar así que mi amigo fue a la habitación de Estef para que bajara a ver una peli de miedo, la cual la elegimos para que viniera a verla con nosotros porque a ella le encantan ese tipo de películas.
Cuando bajó, estábamos sentados ella en el extremo izquierdo con su manta, a su lado mi hermana, al lado de Aurora yo y a mi otro lado, en el extremo derecho, Pedri.
- Que despistada soy, se me olvido mi móvil en la cocina, voy a por él- dijo Aurora muy poco disimuladamente.
Al levantarse ella, pude ver a Estef, se la podía ver triste, dolorida...
Cuando llegó mi hermana, se sentó donde estaba su amiga de manera que ella acabó chocando contra mi brazo. Olía genial, su piel estaba caliente y su pelo castaño muy suave. Ella se disculpó y yo le dije que no pasaba nada.
Había pasado ya una hora y después de unas cuantas escenas de miedo y que ella me abrazara como si no hubiera un mañana, se quedó dormida. Tuve la suerte de que se apoyara en mis piernas y justo cuando Pedri quería despertarla, le detuve la mano y le dije que no pasaba nada, que los dos estábamos cómodos.
Pude aprovechar el momento y le acaricié el pelo, es suave, sin enredos, lacio, precioso.
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