El primer paso 🔞

365 8 0
                                    

--Narra Estef--

Llegamos al restaurante y me llamó mucho la atención que no había nadie, es decir, había muchas mesas pero no había nadie, no llegábamos ni tarde ni temprano, eran las 21:30.

- ¿Te gusta? Lo he reservado todo para ti.- me dijo él.

- Cada vez me sorprendes mucho Gavira - le dije mirándole a los ojos.

- No hace falta que pidamos, la comida ya está hecha. He pedido tu comida favorita.

- ¿En serio? ¿Y tú cómo sabes que comida es mi favorita?

- Tengo mis contactos.- Al escucharle decir eso, puse los ojos en blanco.

- Pedri...

- No, en realidad fue Fernando.- reímos a la par.

Llegó la comida, él tenía una ensalada de lo más apetecible y yo tenía macarrones con atún. Mis favoritos.

Justo cuando ya habíamos terminado de cenar, los camareros nos trajeron lo último, y no era el postre ya que no nos entraba nada más, eran 2 chupitos. Los dos eran de crema de orujo.

- Que bueno estaba todo, de verdad. Gracias por volver a hacerme sentir yo misma de nuevo. - me dijo ella muy sincera.

- Yo no he hecho nada, solo te he traído aquí.

- Ya lo sé, pero tu presencia me ayuda.

- Quieres que pidamos ya la cuenta.

- ¿Por qué? Tienes prisa- me preguntó.

- No, es que el restaurante cierra en 5 minutos.

- ¿Ya? ¿Pero qué hora es?- miré mi reloj de muñeca.

- Son las 23:55.- le dije. A ella se le pusieron los ojos como platos.

Cojimos nuestros abrigos y nos despedimos de los camareros. En mi opinión son los mejores camareros que he visto en mucho tiempo. Ellos no me empezaron a pedir fotos, o autógrafos o a preguntarme por mi vida. Se limitaron a hacer su trabajo y ser agradables. Volveré a ese sitio en un futuro con la familia que forme.

Cuando llegamos a casa fuimos a mi habitación y empezamos a hablar.

- Pablo, te debo mucho de verdad.- me dijo acercándose a mí hasta estar a centímetros de mi boca.

- No me debes nada. Pero con estar contigo el resto de mi vida me puedo conformar.- le dije. Cuando terminé de hablar, nos besamos. Era un beso suave, lleno de pasión, húmedo, lento pero a la vez rápido. Nos fuimos acercando a mi cama. La cogí de forma que ella se agarrara a mí como un mono con sus piernas. Me senté encima de mi colchón y ella encima mía. Me empezó a quitar la camisa negra que llevaba y cuando ella lo hizo le quité yo su vestido. Le dí la vuelta y me puse encima suya, me desabroché el pantalón y cuando yo le iba a sacar el sujetador me frenó.

- ¿Estás bien?¿Hice algo malo?¿Te hice daño?- le pregunté.

- No, no, no es eso, es que...- se le notaba la voz quebrada.- me siento sucia por dentro.

- Peque, no estás sucia, el sucio era él, además, podemos estar juntos sin tener que hacerlo, ¿sabes?

- Ese es otro problema, yo quiero hacerlo, pero tengo miedo a recordar aquello otra vez o que me duela. Aquel dolor nunca lo experimenté antes.

- No te preocupes, podemos hacerlo cuando estés lista, ¿vale?

- No, creo que estoy preparada, quiero sentirme tuya. ¿Tú quieres?

- Yo quiero lo que tú quieras.- le dije, y al instante me volvió a besar, me quitó el pantalón y seguidamente nos quitamos la ropa interior.

Nos fundimos en un beso largo y lento, nuestras lenguas bailaban a un ritmo constante. Sus manos agarraron mis mejillas acariciándolas con suavidad y yo coloqué las mías en la parte de atrás de su cabeza jugando con su pelo. Me levantó y me tumbó en la cama de forma que él estaba encima de mí. Todo fluía con naturalidad. Sacó un preservativo de uno de sus cajones y le costó ponérselo por las manos temblorosas y la prisa que tenía hizo que yo echase una pequeña risa. Antes de entrar en mí me miró y yo asentí en señal de que estaba totalmente segura de que lo quería hacer. Pegué un pequeño gemido al notarlo dentro. Él sonrió al escucharme. No tardó en juntar nuestras bocas de nuevo.

-Más rápido.-Le dije y él lo hizo.

Nuestros cuerpos subían y bajaban a la par, estábamos conectados y esa sensación me gustaba, me hacía sentir aliviada.

Como me enamore de ti - Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora