--Narra Pedri--
Estaba corriendo detrás de Cris mientras ella escapaba de mí entrando en su instituto. Detrás tenía a mi hermana la cual me intentaba parar, pero no me detuve.
De repente pasó un coche, estábamos en la carretera, pero Estef no se dió cuenta, yo me aparté antes de que pasara por mi lado y retrocedí para apartar a mi hermana.
- ¿Estás bien?¿Te has hecho daño?- le pregunté preocupado.
- No, estoy bien.- enseguida me empujó pegándome en el hombro. Yo caí para atrás mirándola atemorizado.- ¿En qué pensabas? Si no fueras tan cabezota o me hubieras hecho caso, no habría pasado nada de esto. ¿Por qué no paraste? Te dije que te avisaría cuando me asegurara de que estuviera bien.- fue hasta el coche. Cogió sus cosas y me dijo.- No me vengas a buscar, ya me buscaré la vida.
- Al menos curate la herida de la pierna.- le dije yo mientras se iba para que no se le infectara.
Mi hermana tenía razón, no podía atosigar a Cris, tenía que darle su espacio. Sabía que tenía que cuidarla porque a lo mejor estaba embarazada de mi futuro hijo y quiero darle esa confianza que necesita para que me lo cuente. Ahora no solo me tendría que disculpar con Cristina, si no que también lo tenía que hacer con Estef.
Llegué a casa y me encontré a Fer.
- ¿No habías ido a ver el entreno con Gavi?- le pregunté.
- No, solo lo llevé. ¿Por qué tardaste tanto?
- Porque hubo un pequeño problema.
- ¿Has rallado el coche?
- No, tan torpe no soy. Fue con Estef.
- ¿Con Estef?
- Sí, resulta que..- me interrumpió.
- No hace falta que me lo cuentes, ¿ella está bien?- yo asentí.- entonces ahórratelo.
- Fer, necesito que me hagas un favor.
- Cuéntame.- se cruzó de brazos.
- Quiero que vayas tú a buscar a nuestra hermana.
- ¿Por qué?
- Porque si voy yo no se va a montar en el coche y no me apetece montar un numerito para que se suba. ¿Podrías ir tú?
- Sí claro, no será que no quieres ir porque verás a Cris, ¿no?
- No tío, si es lo único que quiero. Pero me gustaría que Estef no viniera sola.
- Vale, pues... a las 14:30 estaré allí.
- Perfecto, gracias bro.
Ahora tendría que preparar una disculpa lo más currada posible porque mi hermana me importa mucho y no quiero que las cosas entre nosotros estén mal.
--Narra Cris--
Faltaban 4 horas para que las clases terminaran. Me giré a ver a mi amiga para ver si entendía algo de lo que estaban diciendo, pero su cara no expresaba entendimiento ni falta de él. Parecía que le dolía algo.
- Tía, ¿estás bien?- le pregunté.
- Sí, sí, es que tengo la regla.- aquello no sonó muy convincente y recordé que la regla ya la tuvo la semana pasada.
- Estef, la semana pasada ya la tuviste y no la tienes irregular.
- Es cierto.
- Dime qué te pasa.
- Vale.- se subió la falda larga y me enseñó la herida que tenía en la rodilla. La tenía con bastante sangre y un moretón alrededor.
- Joder tía.- grité y mi amiga me tapó la boca. Toda la clase se quedó mirándonos.