La parejita

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--Narra Gavi--

Durante toda la película pude apreciar como Estef estaba nerviosa, intranquila y estresada. Mientras estábamos sentados en el sofá su pierna no paraba de moverse de arriba abajo. Quise calmarla abrazándola y poniendo mi mano sobre su pierna. Ella reaccionó y paró, se recostó en mi pecho y al final de la película, como las dos se habían quedado dormidas, dejé a Cris en el sofá, le eché una manta por encima y me llevé en brazos a Estef.

A la mañana siguiente, cuando me desperté ya no estaba allí, así que pensé que alomejor estaba abajo con su amiga y era así pero esta seguía dormida y mi novia estaba en la cocina con Fernando.

- ¡Buenos días cuñado!- exclamó su hermano

- Hola cariño, ¿has dormido bien?- me dijo Estef dándome un beso.

- Sí pero cuando me desperté y ya no estabas me preocupé un poco.- Le expliqué.

- Ay, perdón, no quería preocuparte.- se disculpó con otro beso.

- Eh, disculpar, si mi presencia os molesta me puedo ir a mi habitación y os dejo solos.- dijo Fernando a lo cual todos reímos. Con las risas, vimos a Pedri bajar y tirarse en el sofá sin saber que Cris estaba ahí.

- ¡Ah!- exclamó ella cayéndose del sofá.- Me cago en tu vida tío.- le dijo una vez ya en el suelo.

- Perdón, no sabía que estabas ahí, ¿acaso no me puedo tirar en mi sofá?- preguntó Pedri. Fernando, Estef y yo nos miramos. Nuestras miradas lo decían todo. El amor se podía notar en el aire.

- Que mal me caes, te lo juro.- le dijo ella.

- En el fondo me quieres y lo sabes.- le contestó él.

- Bueno, parejita, el desayuno ya está listo.- interrumpió aquella escena Estef. Pero sin mucho éxito.

- ¿Yo pareja de esta? Antes prefiero estar con un calamar.- dijo Pedri.

- Pues yo con un camello.- se defendió Cris. Parecían dos niños pequeños peleándose.

Todos fuimos a la mesa a desayunar, Pedri y yo como siempre comimos fruta mientras que ellos tomaban tortitas con sirope de chocolate. Pude notar que Estef no comía nada. La acerqué a mi para que nadie nos oyera.

- ¿Estás bien enana? Llevas días sin comer nada.- le susurré.

- Sisisi, esque no tengo hambre.

- Bueno, si por la noche tienes hambre, que espero que sí, te llevaré a un sitio que seguro que te gusta.- parecía que aquello que le dije le animó mucho.

Terminamos de desayunar, yo me fuí a entrenar con Pedri y también nos llevamos a Fernando porque se hizo muy amigo de nuestros compañeros y Estef y Cris iban a venir 1 hora más tarde.

- ¿En qué piensas Pedri?- le pregunté a mi amigo.

- Nada, crees que me pasa algo, ¿por qué lo piensas?- no sonaba muy convincente, se notaba que ocultaba algo.

- No sé tío, te noto raro, como si estuvieras pensando en alguien.

- Que va, aquí el único que piensa en alguien eres tú y ese alguien se está sentando en el banquillo.- me dijo señalando con la cabeza. Cómo sabía cambiar de tema el chaval. Fuí directo a abrazar a Estef.

- ¿Qué tal Estefa?- ella me fulminó con la mirada y luego se giró a ver a su amiga la cual se estaba riendo a carcajadas.

- Ni se te ocurra llamarme así otra vez.- si su mirada fuera una espada, yo ya estaría muerto y rematado.

Como me enamore de ti - Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora