26.- Profundo silencio y una venganza

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Al caer el alba todo aquel fiel Narniano alzo su arma al percatarse de las siluetas de Narnianos escoltando a los Reyes, de los cuatro de ellos en compañía del príncipe caminaban detrás del gran Rey Peter, quien reflejaba una desierta mirada acompañada de lágrimas silenciosas, mientras que en sus brazos permanencia el cuerpo inerte de su esposa.

Todo el bosque cayó en un silencio por la pérdida de su Reina absoluta, aun no podían creer que muriera de esa manera tan insignificante. Peter cayó en un gran silencio después de haber cargado el cuerpo de su amada para depositarlo en la mesa de piedra donde descansaría al menos hasta que la guerra terminara, esa fue la decisión que opto por tomar al sentir tan cerca a los Telmarino.

....

Ordenando que lo dejaran a solas, Peter entrelazo sus manos sintiendo como su cuerpo poco a poco se tornaba frio, cosa que solo le provocaba un gran dolor al recordar que no estuvo en ese lugar para cuidarla de esa mujer desconocida para él.

-Te juro que encontrare a esa mujer y la hare sufrir tanto que me rogara que la mate de inmediato- Gruño con enojo mientras que sus lágrimas recorrían sus rostro- Vengare tú muerte amor, te juro que lo hare con mis propias manos-

....

Edmund corría en dirección a la cueva lleno de furia al descubrir el paradero de la dichosa mujer que asesino a su cuñada. Al estar dentro su enojo provoco que lanzara cada cosa que se topara con su camino poniendo alerta a sus hermanos y los Narnianos, Susan trato de controlarlo, pero solo se ganó un empujón perdiendo el equilibrio, pero gracias a Caspian no cayó al suelo.

-¿Qué ocurre, majestad?- Pregunto uno de los grandes osos negros.

Enojado busco con su mirada a su hermano mayor quien a pasos lentos se acercó al lugar sin saber que ocurría.

-Fue la maldita esposa de Miraz- Grito enojado. Lo miraron sin entender a lo que se refería- Esa mujer asesina a Adelaide.

Peter sintió como su tristeza se esfumaba para dejar entrar a un gran enojo que provoco que se acercara a su hermano queriendo explicaciones.

- ¿Qué estás diciendo?- Pregunto Caspian sin poder creerlo- Mí tía seria incapaz de cometer ese acto, ella no es así.

-Te equivocas, esa mujer le dio la muerte a mi cuñada- Grito llorando- Fui hablar con Miraz para a trazar el trato y la vi sentada a su lado con esa maldita capa que traía hace dos noches, ¡¡me miro sonriente, tuvo el descaro de reírse en mi cara!!

- ¿No te confundes? - Pregunto Susan.

-En mi vida podre olvidar esa capa con la que la vi escapar- Miro a Caspian quien seguía sin poder creerlo- Se que es tú tía pero esto es mas grande de lo que parece y ella debe de pagar por lo que hizo.

-Pero tiene un hijo, no podemos dejarlo sin su madre- Miro a Peter acercándose a él- Peter se que estas en una situación de odio, pero por favor se que se siente crecer sin una madre y no quiero que mí primo crezca con ello.

Mirandolo con esperanzas a que entendiera su dolor, solo se alejo negando en el momento en le que Peter tomo su espada y camino a la entrada dispuesto a ir a ese lugar e enfrentarla.

-Peter, por favor. Ese bebe no tiene a nadie más.- Grito-

Paro en seco girándose en sus propios talones.

-No me interesa- Grito lleno de ira- Esa mujer me arrebato a mi esposa y eso nunca lo olvidare, a ella no le importó el dolor que nos provocó a todos, así que tampoco tendré consideración por nadie....

Se fue del lugar dejando a todos sorprendidos por su enojo, Caspian noto como algunos Narnianos apretaban sus puños molestos con esa mujer, ahora no se podían compadecer con nadie y mucho menos con la mujer que asesino a su Reina.. Nuevamente los telmarino le quitaron a su Reina, solo que esta vez sería diferente, esta vez tomarían justicia con sus propias manos.

Como la flor- Narnia- Peter PevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora