La vida es como una flor, tan perfecta pero a la vez tan frágil, cualquier mal movimiento puede provocar que se vaya apagando poco a poco, como lo fue con la vida de la vida de la Reina Adelaida La Guerrera.
Todos los libros de historia hablan sobr...
-Ella en verdad los amaba a los cuatro- Las miradas se concentraron en el enano el cual miraba el fuego que hace unos momentos había logrado prender- Después de que se fueran ella reino sola por un año con la esperanza de que regresaran a su lado. Ordeno a miles de narnianos que formaran grupos de búsqueda para que su regreso fuera lo antes posible, pero cada que un grupo regresaba solo se encerraba en sus aposentos a llorar por días, aunque en las noches se le podía mirar en lo más alto del castillo contemplando a las estrellas mientras una hermosa melodía salía de sus labios, una canción que se dice que escribió unos años antes de su muerte.-
Con una pequeña sonrisa Edmund recordó la bella voz de su cuñada al momento de cantarle cuando tenia miedo en las noches de tormenta, su voz al cantar transmitía tanta paz y felicidad.
-¿Sabes alguna parte de la canción? –Le pregunto el justo mientras colocaba una mano en el hombro de su hermano mayor el cual solo miraba a las estrellas.-
-Como no saberla majestad, la canción ha sido como un himno para todo narniano- Sonrió- Nuestros ancestros se encargaron de hacer que la canción fuera recordara con el paso del tiempo.-
-¿Puedes cantarla?-
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La voz de Peter hizo que lo mirara con algo de tristeza. Sabía que si su rey la escuchara podía romperse en mil pedazos. Sin saber que hacer solo miro a los demás reyes y al mirar que asintieron suspiro para comenzar a cantar.
-Fue nombrada soñando contigo- Suspiro- Cuando todo el mundo duerme, me desvelo y pienso en ti. Y le pido a una estrella que en algún lugar, tú también pienses en mí. Esta noche, contigo soñare, hasta el alba muy fuete te abrazaré. Y no hay lugar en el mundo en el que quisiera estar más que en mí habitación, soñando que estamos juntos. Me pregunto si alguna vez me ves. Y si sabes que estoy allí. Si me miras a los ojos, ¿Veras mi interior? ¿Te importara siquiera? Quisiera poder abrazarte. Pero hasta ahora, solo en mis sueños estás. Algún día podré reunir el valor para decirte cuánto te amo. Si, te amo. Esta noche, contigo soñare, hasta el alba muy fuete te abrazaré. Y no hay lugar en el mundo en el que quisiera estar más que en mí habitación, soñando que estamos juntos. Esta noche, contigo soñare. Hasta el alba, mañana y por siempre soñare contigo.
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Mientras ….. Cantaba Peter no pudo evitar llorar al imaginar a su amada escribiendo la canción mientras miraba a las estrellas sonriendo esperando que él soñara con ella, y por más lejos que ambos estuvieran él también soñada cada noche con ella. Soñando en la vida que les fue arrebatada a ambos, los sueños que no pudieron hacer y esa familia que no pudieron coincidir. Por otro lado, Lucy solo podía escuchar en su cabeza la voz de su cuñada cantando la canción mientras que por sus mejillas unas pequeñas lágrimas caían lentamente siendo acompañadas de los llantos de sus hermanos al sentir el dolor que su hermano mayor sentía en esos momentos.
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Los narnianos se hincaron ante la presencia de esa persona dejando confundido a Caspian. Este se hinco, no porque él quisiera, si no por el golpe que Repeechip le dio provocando que se hincara en forma de respeto ante esa persona.
-De pie mis leales narnianos- Hablo por segunda vez esa mujer de cabello castaño con una sonrisa hermosa sin duda alguna, esa sonrisa que a todos los narnianos les transmitió paz.
-¿Reina Adelaide?- Hablo Reepichep sorprendido al verla parado a unos metros de ellos.
-Así es Reepichep- Confeso bajando de esa pequeña colina donde se encontraba.- Y por lo visto tú eres un telmarino.
-Mi reina-
Todos al estar ya convencidos de quien era en realidad volvieron a hincarse en forma de respeto y admiración, no tardo ni un minuto para que algunos narnianos fueran a ella y se hincaran llorando pidiendo perdón.
-Mi fiel guerrero, ¿Por qué el llanto? – La reina los miro algo confundida al no saber que pasaba.
Con llantos de dolor fauno hablo mientras limpiaba sus lágrimas.
-Nunca pudimos encontrar su lugar de descanso, no hasta hoy.- La miro apenado- No pudimos dejarle una ofrenda para guiar su alma al mundo de Aslan. Le rogamos que perdone nuestra vida.
Soltando una pequeña risa negó al momento que les pidió que se pararan.
-Yo no necesito ninguna ofrenda para cuidar de los míos y mucho menos debo de darles el perdón, un perdón que no es necesario ya que no han hecho ningún daño alguno a mí persona. Al contrario estoy agradecida con todos ustedes por haberme mantenido a salvo todos estos años en los que he descansado en un profundo sueño.
Algo enojado un enano dio unos pasos enfrente apuntando a caspian con su espada.
-Los telmarinos tienen la culpa de todo lo malo que nos ha sucedido- Grito enojado- Ellos por querer lo nuestro fue asesinada majestad, nos la quitaron por tantos años.
Con una mirada confusa miro a Caspian el cual solo podía mirarla asustado recordando las cosas que su tutor le contaba sobre ella y su manera de combatir las cosas estando enojada, con su espada podía atacar a cualquier persona sin dejarla con posibilidades de seguir viviendo, y eso lo aterraba.
-Basta querido amigo, la pelea en estos momentos no será de gran ayuda.- De manera educada se despidió de los faunos para caminar hacia Caspian.- Por lo visto eres un telmarino. Sin saber que decir solo se limito a asentir, intimidado por su belleza. -Tus ancestros le quitaron a mi reino sus tierras, han acabado con un gran porcentaje de la flora y fauna de este lugar, y si fuera poco aprovechando mi dolor fueron capaces de asesinarme trayendo consigo la desgracia de Narnia. Tantos sacrificios que nos costó a mí y a los antiguos reyes, para darles la paz que los narnianos se merecen – Lo miro molesta.
-Majestad, si tan solo me- La interrumpió provocando que su enojo aumentara.
-No te he concedido la palabra como para interrumpirme, joven Caspian.- Solo se quedó callado ante el regaño.- Continuo, nos fueron arrebatadas tantas cosas que solo nos hemos mantenido escondidos en lo mas profundo del bosque, por miedo de que tu gente termine con los pocos narnianos que quedan. Nosotros nunca les hicimos ningún daño para que nos atacaran esa noche- Miro a todo los narnianos que la miraban con una sonrisa- Y nosotros vamos a pelear por lo que en realidad es nuestro, pelearemos por nuestra libertad y ustedes serán quitados del trono que nos fue arrebatado a la mala. No queremos más daño hacia nosotros, y con tu ayuda o sin ella, nosotros vamos a ganar esta batalla, porque somos mas que un mito, somos narnianos en busca de lo nuestro.
-Es un honor poder pelear a su lado mi señora- Los centauros alzaron sus armas.
-Tenemos que buscar armas y soldados capaces de pelear con nosotros. Y solo les pido una cosa- Los miro a todos- Sean discretos y no alteren el orden, eso nos traería demasiados problemas.
