Narra Kohaku
Cuando los cuervos anunciaron nuestra misión, Kaori se aferraba a nosotros para que no nos fuéramos; era duro verla de esa forma pues tampoco queríamos dejarla aquí, no sabíamos que hacer en eso a mi madre se le ocurre decir.
Melany: Sabíamos que esto pasaría, así que porqué no la llevan con ustedes — dijo con tristeza por nuestra pequeña
Noemi: Ve a cambiarte pequeña — al parecer los únicos que pensábamos que era peligroso eramos el herrero y yo
Kohaku: No las quiero desanimar pero, alguien más cree ¿qué esto será peligroso? — cuestioné a lo que Kanamori alzó su brazo
Noemi: Conozco el riesgo, pero no quiero dejarla
No quise discutir con ella pues sé que es muy fuerte y tampoco dejaría que un demonio se le acerque a Kaori, a lo que Noemi fue a cambiarse, la pequeña había regresado con un atuendo bastante comodo; era parecido a nuestros uniformes por lo visto la azabache le hizo esa ropa. Unos minutos después aprecio Noemi lista para irnos, se veía linda, aunque su uniforme era algo descotado cosa que no me agradaba y por lo visto a ella tampoco; pues se molestó por lo pervertidos que son los que hicieron el uniforme.
Noemi: Que horror — dijo a lo que el que trajo el uniforme se ofendió
Melany: Noemi ponté este — mi madre volvió con su antiguo uniforme de cazadora
Noemi se dirigió al cuarto de al lado para ponerse el uniforme de mi madre, al salir estaba mejor vestida aunque le quedaba un poco holgado y el de ella se lo dejó a mamá; quien quemó el uniforme que le habían dado a la azabache.
Kaori: Papá, ¿nos vamos? — cuestionó, era verdad se hacia tarde
Kohaku: Mejor salgamos, se nos hace tarde — declaré tomando la mano de mi hija
Cuando salimos de la casa, estaba un poco inquieto ante esta decisión pues Kaori no está preparada para esto; por lo visto Noemi notó mi intranquilidad y se me acercó diciendo.
Noemi: Todo estará bien tranquilo — comentó tomando la otra manito de Kaori
Sin cruzar más palabras emprendimos nuestro viaje, intentamos mantener el ritmo para llevar al pueblo antes de anochecer; Kaori se había cansado y aún nos faltaba un largo camino por recorrer. Tomé a la pequeña en brazos y apresuramos el paso, para intentar llegar antes del ocaso; cuando llegamos, el sol se había empezado a ocultar.
Noemi: Llegamos a tiempo — mencionó con mirada seria en el pueblo
Kohaku: Deberíamos buscar un lugar para descansar y comer algo — dije mientras despertaba a Kaori
La pequeña estaba aún medio dormida, así que la tomamos de las manos mientras nos adentrábamos al pueblo; todo se veía normal, sin embargo, una joven al vernos con la niña se nos acercó preocupada.
Chica: Veo que tienen una linda hija — comentó a lo que asentimos
Noemi: Sí, es muy linda — dijo tomando a Kaori en sus brazos desconfia de la mujer
Kohaku: Perdón, es que Noemi puede ser desconfiada — mencioné observando la reacción de la azabache
Chica: Lo he notado, hay pocas mujeres que son como su pareja — expresó poniéndome nervioso
La joven nos brindó hospedaje, al estar en la casa de la castaña, noté que la ojiambar estaba un poco tensa; era como si presintiera el peligro. Creí que estaría así por qué no conocía a la joven que nos alojó, pero estaba equivocado; ya que esa chica de cabello castaño no era lo que aparentaba.
Narra Noemi
Desde que pusimos un pie en este pueblo, sentí que algo no estaba bien pues el lugar parecía abandonado y al ver una de las casas; noté a una niña haciendo señas de que nos alejáramos, en eso apareció una joven la cual se acercó a nosotros; ante esta acción me percaté que era un demonio. La castaña dijo algo que me alertó su hija es muy linda, luego de eso tomé a Kaori en brazos pues el cuervo informó que el demonio comía niños; vi que esa "chica" tenía sus ojos puestos en la pequeña de orbes azules.
Kohaku: Disculpala, Noemi suele ser muy desconfiada — expresó por mi reacción sin saber nada
Chica: Lo noté, no muchas chicas son como su pareja — ese comentario me hizo pensar "no creas que caeré demonio"
La castaña nos dio alojamiento, pero estaba tensa, conocía las intenciones de ese demonio; pero no se lo dejaría tan fácil, llegada la media noche, Kaori se removió en mis brazos lo que hizo que despertará; al verla, noté que sus ojitos no tenían brillo así que supe que estaba bajo el control de aquel demonio. Cantándole una canción de cuna logré hacerla reaccionar, se aferró a mi con miedo y despertamos a Kohaku; quien al ver a la niña temblando se acercó a nosotras.
Kohaku: ¿Qué ocurre? — cuestionó al ver que no la soltaba
Kaori: Tengo miedo, ese demonio vino — dijo sollozando
Esas palabras lo alarmaron, pues no se había percatado de la presencia del demonio; cuando quiso tomar su katana se dio cuenta que no la tenía. En ese momento apareció la misma joven de antes, pero está vez con su verdadero aspecto; daba asco, pero notó que mi mirada era de odio.
Demonio: Veo que notó mi presencia, pero no importa mataré a esa niña — comentó con intenciones de atacar a Kaori
Noemi: Sobre mi cadaver — dije fría y con katana en mano
Demonio: ¿Cómo es posible? Si les quite sus espadas
Se notaba sorprendida, por lo visto pensó que me habría desarmado; sin embargo, no se percató que portaba dos katanas; Kohaku se quedó con Kaori pues sin su nichirinto no podría ser de mucha ayuda. La pelea fue dura y un poco complicada, pues tenía que proteger y atacar; además de que los niños de las casas habían salido seguidos por sus padres ya que todos los pequeños estaban bajo el control de aquel demonio.
Demonio: ¡No podrás salvarlos a todos! — exclamó abalanzándose sobre el grupo de personas quienes intentaban hacer reaccionar a sus hijos
Noemi: Puedo estar así hasta que llegue el alba — expresé al detenerla con mi primera postura protegiendo a las personas
En ese momento, un ataque de aquel demonio me dio, tenía una herida profunda; aunque sabía que se curaría, decidí usar la concentración total para detener la hemorragia.
Kaori: ¡Mamá! — gritó asustada pese a saber que soy mitad demonio
Demonio: Ja Ja ja, llegaste a tu limite — se burló sin percatarse que el sol se asomaba
Kohaku: Ella no es débil solo te hizo perder la noción de tiempo — comentó con su típica sonrisa
La demonio extrañada, vio cómo el sol se asomaba y al ver que me puse en pie a pesar de la herida; quiso huir, sin embargo, use la respiración estelar y le corte la cabeza con la quinta postura: lluvia de estrellas. Cuando el demonio finalmente se volvió cenizas, todos los niños salieron del control de aquella criatura y abrazaron a sus padres; los aldeanos me agradecieron por salvar a los niños, pero mi herida había empezado a sanar; al notarlo Kohaku me cubrió con su yukata y me colocó en su espalda para irnos.

ESTÁS LEYENDO
Las hermanas de Iguro
RastgeleIguro y Noemi son gemelos, al ser el único hijo varón en un «clan» de puras mujeres; fue considerado un error, unos años después los gemelos tuvieron otra hermanita llamada Ryuki; que al igual que él tenía heterocromía