Estrellas del Norte [Twibra]

Capítulo 7

—Twilight se ha tardado más de lo normal, ¿No lo crees, Shining? —expresó Cadence mientras fruncía el ceño en una ligera expresión preocupada.

Los gobernantes del Imperio de Cristal se hallaban ya en su lugar habitual de desayuno, todavía en espera por la llegada de cierta alicornio y su pequeño compañero dragón a la mesa. Claramente ya sentían cierta confusión por su tardanza.

Shining Armor también frunció el ceño ante las palabras de su esposa.

—Es raro, Twilight suele levantarse apenas la princesa Celestia hace salir el sol y es ella quien a veces despierta a Spike —contestó después de tragar la porción del desayuno que tenía en la boca—. Aunque tal vez sólo quiere relajarse en su habitación por un día después de todo lo que pasó antes.

—Supongo que sí —dijo Cadence con una mirada comprensiva—. Eso fue bastante para una sola pony.

—Ya lo creo —Shining dejó escapar un breve resoplido—. De todas formas mandaré a algún pony a sus habitaciones para que les lleve el desayuno.

Luego de llamar a dos de los ponys de cristal del personal cercanos a ellos, ambos se acercaron e inclinaron sus cabezas en señal de respeto a sus gobernantes. Luego de que Shining Armor indicara sus órdenes, los dos sementales asintieron y se dirigieron a las cocinas del palacio dispuestos a cumplirla.

No pasó demasiado tiempo para que sus caminos se dirigieran a las habitaciones que se hallaban en una de las alas del castillo, donde se hospedaban en ese momento el Héroe de su reino y la Princesa de la Amistad.

—Princesa Twilight Sparkle, el Príncipe me ha ordenado que le trajera su desayuno —habló uno de ellos mientras golpeaba suavemente la puerta de su habitación con un casco—. Por favor, ábrame.

Después de pasar unos momentos de silencio el pony de cristal ladeó levemente la cabeza y volvió a intentarlo, esta vez un poco más fuerte. Al igual que la ocasión anterior ningún pony respondió, ni siquiera podía oír la mínima señal de ruido detrás de esta.

El semental frunció el ceño con confusión cuando retrocedió unos pasos y giró la cabeza hacia donde estaba su compañero, en la puerta de la otra habitación al final del pasillo. El otro negó con la cabeza.

—Creo que no hay nadie en la habitación, Silver —dijo cuando llegó hasta él, la bandeja con el desayuno del dragón bien acomodada en su espalda—. Parece que Spike el Valiente se levantó más temprano que de costumbre.

—¿Y a dónde iría? —preguntó Silver, poniendo la bandeja que llevaba en uno de sus cascos en su espalda—. Ningún pony entre los sirvientes y los guardias lo vio salir.

—Bueno, es un dragón, así que simplemente pudo volar —justificó el otro.

—Puede ser —Se encogió levemente de hombros—. La princesa Twilight tampoco me responde, quizás sólo estén durmiendo todavía.