Capítulo 20

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Luego de que Twilight se fuera, Spike como siempre, había obedecido y se quedó resguardado en la seguridad de la manta que ella le había dejado, colocado como estaba junto a todas las demás cosas

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Luego de que Twilight se fuera, Spike como siempre, había obedecido y se quedó resguardado en la seguridad de la manta que ella le había dejado, colocado como estaba junto a todas las demás cosas.

Además de tener que aguantar (como si no fuese suficiente) el rasgo actual del clima, mismo que le había impedido disfrutar de una buena noche de sueño. Aunque si tenía que ser sincero, ninguna de las noches anteriores habían sido tan buenas en realidad.

Tan sólo tenía que revisar sus propios recuerdos para darse cuenta de lo que en veces anteriores se le había pasado por alto. Y para colmo, el único sitio en donde realmente había podido descansar, en ese instante se encontraba a varios kilómetros de distancia de su ubicación actual. Él sólo esperaba que cuando al fin tuvieran la dicha de salir, en primer lugar de ese bosque, luego pudiesen encontrar otro poblado en el cual descansar todas sus malas noches.

En segundo lugar estaba el hecho de que, cuando lograran escapar por completo, iba a llegar hasta el castillo, se encerraría en cualquier habitación disponible y se iba a olvidar del mundo. Ni siquiera sabía por cuánto tiempo. Tampoco quería saberlo.

Algo que vio de reojo le hizo darse cuenta de otra cosa.

Spike volteó la cabeza de repente hacia un costado, mientras miraba el sitio en donde Twilight había dejado las cosas para hacer un hipotético fuego que al final se le había prohibido. Una idea comenzó a formarse en su mente. El problema era que no sabía si hacerle caso o dejar las cosas como ya estaban. Aunque después de varios segundos en los cuales estuvo con ese pensamiento, terminó por tomar su decisión.

A pesar del aviso del unicornio de no encender ninguna fogata, el ambiente que se había formado a su alrededor lo obligó, de una u otra forma, a ignorar aquella advertencia para al final crear una con la intención de sofocar aquel frío con el calor de su fuego. Mismo que él se encargó de volver a reavivar con sus propias llamas. Pero por mucho que intentase calentar el ambiente, el extraño frío que se había instalado en el bosque aún no se iba.

Claro que para él un poco de frío no era ningún problema. Los dragones tenían la capacidad de mantener constante la temperatura de sus cuerpos con el propio calor que se albergaba en sus interiores, el mismo que alimentaba sus llamas. Pero ese calor sólo podría mantenerlo normal durante cortos períodos de baja temperatura.

Así que el ambiente casi helado que se colaba por todo aquel lugar había empezado a durar el tiempo suficiente como para que Spike comenzara a sentir la molestia. Su fuego y la cobija envuelta a su alrededor aún lo protegían, pero las escamas de su cuerpo no podían hacer mucho para mantener el calor dentro de él. Al menos no por tanto tiempo. Así que hizo lo único que estaba a su alcance en esa situación: se acostó en la manta, se cubrió por completo y se hizo una pequeña bolita mientras enroscaba su cola a su alrededor.

Estrellas del Norte [Twibra]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora