Dos días habían pasado desde que salieron del bosque. Dos días que para Twilight y Spike no habían sido nada fáciles.
En primer lugar, porque la situación con el otro integrante de su extraño grupo no había mejorado ni un poco desde aquel día. La verdad es que nunca lo había hecho y sólo trataron de convencerse a sí mismos que la tensión entre ellos podía simplemente ignorarse.
Al menos y por el momento, no había resultado en ningún otro enfrentamiento por parte de la princesa y el semental oscuro; el dragón sólo se contentaba con preocuparse por sus asuntos.
En general los silencios pesados predominaban y ella sólo intercambiaba las palabras necesarias con el unicornio. Y no es que no hubiese intentado hacer lo contrario.
En segundo lugar, porque a pesar de que ya no se adentraron de nuevo en el manto de los árboles, el hecho de que siguieran un sendero que estaba ubicado justo al lado del bosque era suficiente para que no lograran relajarse del todo. Lo que había pasado hace poco no se borraría tan fácil de sus mentes.
En aquellos dos días, Twilight trató de sacarle al unicornio alguna otra información respecto al lugar en el que actualmente se hallaban, pero bien podría haber hecho lo mismo con una roca y obtener iguales resultados.
Al final había desistido por el momento con un resoplido frustrado, luego de decidir mantenerse en silencio hasta que lograra encontrar un modo de averiguarlo. Porque mientras Spike y ella se hallaran en esa situación no se rendiría en buscar una respuesta.
Pero mientras tanto, su mente no podía evitar volver al pensamiento de qué era con exactitud ese lugar, ¿Cómo era posible la existencia de esa isla? ¿Qué significado tenía todo eso? ¿Qué otras cosas se encontraban en ella y de qué manera estaba conectada al mundo exterior? Y más importante, ¿Cómo exactamente habían llegado ellos ahí?
Si bien era obvio que existían muchos pedazos de tierra distribuidos en los mares alrededor de Equestria e incluso más allá, el hecho de que una especie de barrera rodease la isla por completo y supuestamente la aislara del resto del mundo era algo que nunca antes había visto. O al menos eso era lo que suponía, al no dejar salir nada más allá de cierto límite.
Twilight trató de recordar si en algún libro de los muchos que había leído se hablaba sobre esa clase de lugares, pero de lo único que podía acordarse en ese momento era el tema dedicado a los misterios sobre islas que aparecían o desaparecían. Situaciones extrañas en la que los ponys marineros que recorrían los océanos juraban que a veces se veían envueltos.
Aunque esa clase de misterios resultaran interesantes, nunca se preocupó demasiado por investigar lo suficiente sobre esos temas. Al fin y al cabo, toda su vida había decidido centrarse más en estudiar los complejos caminos que seguía la magia, en especial la de los ponys.
Ahora se lamentaba un poco no haber tenido más curiosidad respecto a ello. Sin embargo, eso ya no importaba demasiado ahora.
En esos momentos, Twilight y Spike se hallaban en un breve descanso en los terrenos del bosque, pero sin que se hubieran alejado demasiado del camino principal. Ella se dio cuenta de que era un poco extraño que un lugar sin habitantes como ese tuviera un sendero lo bastante definido, pero pensó que tal vez la geografía del paisaje propiciara eso.
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Estrellas del Norte [Twibra]
FanficMientras Twilight disfrutaba de unas merecidas vacaciones de sus deberes como princesa en el Imperio de Cristal y tal vez usando su tiempo para investigar sobre una enigmática flor, nunca se imaginó que el descubrimiento de algo impactante terminarí...