Capítulo 26

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Las alas de Twilight se batieron con ligereza mientras movían el aire a su alrededor, brindándole una sensación reconfortante que hacía tiempo no sentía

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Las alas de Twilight se batieron con ligereza mientras movían el aire a su alrededor, brindándole una sensación reconfortante que hacía tiempo no sentía.

El cielo sobre su cabeza estaba cubierto de nubes blancas iluminadas por el resplandor del atardecer que habían indicado un momento idóneo para estirar sus extremidades alares, momento que ella terminó por aprovechar luego de que esa rápida idea cruzara por su mente. Y la verdad es que no se arrepentía.

Nunca pensó que lo diría, pero realmente había extrañado poder volar y surcar el cielo de esa forma, olvidando las preocupaciones que se habían quedado en tierra sólo por unos instantes de sosiego.

No pudo dejar que esa oportunidad se le escapara y menos ahora que su magia se estaba reponiendo a un ritmo más rápido de lo habitual; tal vez porque ninguno de los dos, en esos últimos tiempos, habían necesitado utilizarla en demasía. Sólo en alguna que otra ocasión para conjurar hechizos protectores, o con la intención de defenderse de las criaturas que aún moraban en el bosque y que de vez en cuando se cruzaban en su camino.

Aunque también era debido al hecho de que- según le había comentado Sombra en un momento que lo tomó desprevenido- el poder mágico de la barrera que envolvía la isla y la aislaba por completo se iba debilitando un poco más a medida que se adentraban en esta. Esto hacía que fuera posible contar con algo más de su propia magia. Aquel tema también era otra cosa que a ella le daba bastante curiosidad, por lo que al final se había recordado a sí misma indagar más sobre ello en un futuro cercano.

Twilight volvió a elevarse aún más en su vuelo luego de aprovechar una corriente de aire ascendente, sin querer gastar demasiadas energías en un aleteo constante y mucho más ineficiente. Después de unos minutos así, al final logró alzarse más allá de las nubes y contemplar el sol radiante del atardecer.

Luego de una mirada rápida, Twilight identificó una pequeña formación de nubes en la que podía sentarse a descansar un rato. Tal vez, porque aún no se olvidaba de que había dejado al semental en tierra luego de que le avisara de sus intenciones.

Ella suspiró. Tal vez porque también era en parte debido a eso que tomó esa decisión, para alejarse unos instantes de él y quedarse a solas con sus pensamientos. En ese momento no se sentía tan bien como pensaba, y no tenía nada que ver con algún malestar físico que la aquejase, sino (quizás) todo lo contrario.

Twilight se recostó en la suavidad de la nube, al mismo tiempo que dejaba que de sus labios escapase otro largo suspiro mientras la tomaba con sus cascos y ocultaba una parte de su rostro en esta. Todo mientras se preguntaba por qué justo ahora se encontraba pensando en lo que sea que estuviese sintiendo. Mientras trataba de buscar una explicación por sí misma al dilema que tenía su mente hecha un lío en ese instante.

Porque la verdad es que no tenía idea de la causa por la que había reaccionado de la forma en que lo hizo hacía unos días atrás, luego de despertar de su sueño en medio de aquella cueva y darse cuenta de que no había estado sola y echada en un lugar alejado como pensó que lo estaría; no, todo lo contrario. Y si era sincera consigo misma, realmente se sintió feliz de que él hubiera tenido al menos ese pequeño gesto amable con su persona. Aunque algo le decía que no era capaz de repetirlo con cualquiera.

Estrellas del Norte [Twibra]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora