XVI

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—Seokminie.

El pelinegro alzó la vista de su tarea, para mirar a Joshua.

Era la tarde y ambos estaban solos en toda la casa, va que los padres Lee se habían ido de compras, dejándolos a ambos a cargo de la casa, de hacer su tarea y de calentar la cena.

Claro que el único que estaba haciendo algo de todo aquello era Seokmin, ya que Joshua estaba muy ocupado pensando como para ver toda su pila de tarea.

—Faltan tres semanas para tu cumpleaños y no tengo nada para darte —dijo—. Ya no se me ocurre qué más pensar, siempre te regalaba cuadernos, ahora no los necesitas... Dame una ayuda, ¿Qué te gustaría?

Seokmin pareció pensarlo un momento, pero luego se encogió de hombros.

No importa —dijo simplemente.

—Claro que importa, Seokminie, ya sabes lo que pienso de los cumpleaños y los regalos.

Seokmin hizo una mueca, pensó unos cuantos segundos, y Joshua esperó pacientemente hasta que habló:

Tú eres un regalo —dijo, bajo, ruborizandose un poco.

Joshua alzó las cejas, no era la respuesta que esperaba.

—¿Quieres que me ponga un moño en la cabeza y sea tu regalo? —bromeó, haciendo reír un poco a ambos.

Seokmin negó.

N-No necesito nada —dijo, bajó la vista a sus manos con nerviosismo—. Te tengo a ti, Shua. E-res el mejor regalo.

Seokmin tenía las mejillas enrrogecidas, alzó la vista hacia Joshua al no escuchar respuesta de su parte, para encontrar con una sonrisa boba en el rostro y las mejillas rosadas.

—Eso sigue sin arreglar mis dudas pero fue lindo —murmuró el rubio.

Seokmin sonrió ampliamente.

Nunca le decía a Joshua todo lo que significaba para él, a pesar de que sí se lo demostraba, una parte de él se quedaba inconforme, una parte le decía que Joshua se merecía un poco más.

En parte de porque el rubio siempre le decía cosas lindas y siempre estaba allí para apoyarlo, pero no sentía que él hacía lo mismo por Joshua.

Su novio significaba mucho para él, tanto que era difícil decirlo, pero al menos lo intentaba.

𝗟𝗼𝘂𝗱 キ 𝘴𝘦𝘰𝘬𝘴𝘰𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora