LXV

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Joshua apretó el ícono de la pantalla, poniendo la llamada rápidamente en altavoz.

Mientras los pitidos sonaban alzó la vista a Seokmin, quién hizo lo mismo.

Ambos en el cuarto que compartían, en total oscuridad salvo por la luz del teléfono, iluminando una muy poco agraciada foto de Soonyoung en la pantalla mientras la llamada continuaba.

¿Joshua? Aprecio que me llames, pero preferiría que no fuera a las tres de la mañana —murmuró, su voz sonaba ronca y
cansada, escucharon un alejado bostezo.

—Si no te llamo porque no te llamo, y si te llamo porque te llamo —Joshua rodó los ojos—. Nada te queda bien, Kwon Soonyoung.

Se nota que no me escuchaste —dijo—. Pero dime, brother, ¿Cómo va todo?

El pelirrojo miró a Seokmin de nuevo.

—Estoy con Seokminie ahora —dijo.

Por qué no me sorprende.

—Cállate un momento —Joshua miró el teléfono con el ceño fruncido—. Bebé, ¿Quieres decirle algo?

Seokmin apretó los labios un momento, antes de tomar el celular entre sus manitos, acercándolo a su rostro.

Hola, Soon-young.

Escuchó su grave risa, baja por el cansancio.

Hola, Seokmin —dijo, se notaba la alegría en su voz, que hizo al castaño sonreír de nuevo—. ¿Cómo estás?

L-Los ex-traño —murmuró, su voz se quebró un poco, comenzó a parpadear rápido—. P-Per-dón por no de-decirlo —murmuró, intentando tragar sus lágrimas.

Las manos de Joshua fueron a sostener sus brazos por los lados, en gesto de apoyo, mientras dejaba caricias con sus pulgares, logró reconfortarlo un poco.

Seokminie, no lo sientas —dijo Soonyoung, su voz sonaba seria—. Estamos para tí, siempre, en todas, ¿Lo sabes, no?

Seokmin asintió, como si su amigo pudiera verlo.

Sí, gra-cias —murmuró.

Ya queremos que regreses, Seokmin —dijo Soonyoung, y los ojos del castaño fueron hacia Joshua, como si pidiera ayuda, el pelirrojo tomó el celular sin dudarlo.

—Nosotros no... Volveremos muy pronto —dijo—. No sé cuándo en verdad.

¿Pasa algo?

Joshua miró a Seokmin, buscando aprobación, el castaño asintió, ya no le ocultaria nada a sus amigos.

—A Seokmin tienen que operarlo —dijo—. No sé cuento tiempo nos quedaremos en Yongin, pero no será poco.

Notó a su novio morder su labio inferior, mientras sus ojos se volvían rojos de nuevo por las lágrimas.

Iremos para allá —dijo el pelirrosa, haciendo que Seokmin se sorprendiera—. Jeonghan dijo que nos llevaría, seguro vaya con su novio también.

—¿Seungcheol? —preguntó Joshua.

—Ese mismo.

Seokmin sonrió un poco, el pelirrojo lo notó.

—Seokmin está feliz porque vengan —dijo, mirando la expresión de su novio, quien asintió.

Espérenme con vodka —dijo, haciendo reír a los dos—. Hace mucho que no me embriago con personas tan buenas como ustedes. Festejaremos todas las noches.

—¿Cuanto se piensan quedar? —preguntó Joshua.

Jihoon tiene parientes de Yongin —dijo—. Pueden hospedarnos a los dos.

>> Y Jeonghan y Seungcheol no sé que dónde se quedarán, no quiero saberlo y tampoco compartiría hotel con ellos... No sé, hay riesgo de derrumbe, ¿Me entienden?

Ambos rieron de nuevo.

Soonyoung era el tipo de persona que podían hacer reír a cualquiera en cualquier momento, y ambos se sentían aliviados de tener un amigo así.

—Gracias, Soon —dijo Joshua—. Te esperamos —añadió, Seokmin asintió.

No hay de qué —dijo—, supongo que volveré a dormir, chicos —añadió, un nuevo bostezo lo siguió—. Nos vemos pronto.

—Nos vemos pronto —repitió Joshua.

N-os vemos pron-to —murmuró Seokmin.

Escucharon la risa de ternura de Soonyoung desde la línea, antes de que el pelirrosa cortara la llamada.

—No fue tan difícil —dijo Joshua, mirando a Seokmin, quien había discutido con él varias horas porque no estaba listo para hablar con sus amigos.

Seokmin sonrió de forma penosa.

Joshua borró un par de lágrimas que habían quedado en sus mejillas, dejó besos en ambas y en los abultados labios de su novio antes de acomodarse en la cama, a su lado, para dormir.

𝗟𝗼𝘂𝗱 キ 𝘴𝘦𝘰𝘬𝘴𝘰𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora