XXVI

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Luego de aquello, Joshua se quedó con Seokmin mientras la señora Lee terminaba de hablar con el doctor.

Estaban sentados en la sala de espera, con Seokmin apoyando su rostro en el hombro de Joshua mientras este rodeaba con un brazo sus hombros.

Ninguno de los dos hablaba, Joshua estaba muy ocupado pensando en lo que había dicho el médico y Seokmin estaba concentrado en querer irse.

Minutos después, la señora Lee apareció con una sonrisa, caminando a la par del doctor, que había ido a despedir a Seokmin, ya que no tendrían más estudios.

El viaje a Yongin era específicamente por su tumor, ya que el tema de sus cuerdas vocales y su voz eran tratados en Seúl, y ya no había nada más para revisar.

El doctor, como costumbre, le entregó una paleta.

—Siempre fuiste un chico muy valiente, Seokminie —dijo, con una sonrisa amable—. Lo sigues siendo, eres valiente aunque no te des cuenta, sigue así —revolvió un poco su cabello, haciendo que una pequeña sonrisa se formara en los labios del pelinegro—. Te lo voy a explicar a tí también —el hombre alzó una pequeña cajita que Seokmin miró con curiosidad—. Estos son tus nuevos medicamentos, son diferentes a los anteriores, y un poco más fuertes. Debes tomarlos con la misma regularidad que tenían los otros, pruebalos, pero si sientes cualquier malestar, los dejas, ¿Entendido?

Seokmin asintió, tomando la caja, para mirarla, abriéndola para ver las pastillas, eran más pequeñas que las anteriores, no le costaría tanto tragarlas.

No se quedaron mucho más tiempo del necesario, Seokmin casi quería salir corriendo de allí.

Se sentía estresado, y al regresar a casa de la tía Yoon apenas almorzó unos cuando bocados de lo que había sobrado la noche anterior, antes de pedirle a Joshua que lo acompañara hacia el cuarto.

El rubio borró todos los pensamientos impuros de su cabeza, no era la primera vez que Seokmin le hacía algo así.

Y tal como había sospechado, su inocente novio sólo quería recostarse a su lado mientras le hacían caricias en su cabello, acomodado en un cálido abrazo y escuchando los latidos de Joshua hasta dormirse.

𝗟𝗼𝘂𝗱 キ 𝘴𝘦𝘰𝘬𝘴𝘰𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora