𝗟𝗼𝘂𝗱 キ 𝘴𝘦𝘰𝘬𝘴𝘰𝘰

LXXIII

Mañana por la mañana sería la cirugía.

Seokmin, lejos de estar asustado, parecía totalmente apaciguado, como si su miedo se hubiera agotado completamente.

Horas antes se había considerado aterrado por todo eso, pero lejos de aumentar conforme disminuía su tiempo, parecía que ya lo había aceptado.

A demás, escribir lo que quería decir le había ayudado, se sentía más relajado, totalmente liberado.

Estaba con Joshua a su lado, ambos sólos en la habitación, ya era bastante tarde y la hora de visita había terminado, pero el pelirrojo pasaría la noche a su lado (como siempre), Seokmin no pudo evitar sonreír.

Sólo esperaba que su novio entendiera sus palabras.

Él estaba acostado cómodamente en la camilla del hospital, y la habitación estaba en un enorme silencio, acompañado por la tranquilidad de la noche.

Seokmin sintió más paz en ese momento que nunca antes en su vida, una leve risa surgió de sus labios.

El pelirrojo lo miró sin entender, sin comprender esa actitud tan tranquila, esa sonrisa tan pacífica, y un extraño pensamiento de que Seokmin estaba aceptando cualquier futuro posible lo inquietó.

—Gracias —murmuró el castaño, mirándolo con tanta honestidad.

Joshua frunció el ceño.

—¿Gracias? —repitió, su corazón se sentía inquieto.

Tenía como un la presentimiento en su pecho.

—Shua, ten-go algo para decir-te —dijo Seokmin, pareció ignorar completamente la preocupación de su novio.

Seokmin se giró para buscar la mochila que reposaba sobre la mesa de luz junto a su camilla.

Joshua se sorprendió cuando lo vió sacar el cuaderno que hacía tanto tiempo no usaba y que él le había regalado tiempo atrás, junto con un sobre.

Seokmin abrió el cuaderno y hojeó hasta la página que quería encontrar, sonrió un poco y se lo extendió a Joshua, quien vió que era un texto bastante largo y comprendió por qué su novio no lo decía.

"Joshua:

Estoy conforme con mi vida, y con lo que va a ocurrir también, pase lo que pase, si no lo logro, quiero que sepas que estoy feliz.

Si me voy, te pido que seas feliz, porque sabrás que yo fui feliz, que sigo siendo feliz"

Joshua negó, sus ojos se llenaron de lágrimas, dejó de leer.

Miró a Seokmin, casi suplicando, el castaño le dedicó una pequeña sonrisa.

—Sigue —dijo Seokmin—. Lee.

Joshua se mordió el labio con fuerza, apartó unas lágrimas de sus ojos y continuó.

"Quiero que veas lo lindo que está nuestro mundo, Shua.

Jeonghan finalmente está con el chico que tanto ama, es feliz con Seungcheol, y el amor es mutuo. Ambos están en una relación hermosa.

Eunseo y Wonwoo también son felices juntos, y ahora están cargando con nuestro sobrino, o sobrina... Quizás no lo sepa nunca, pero será un bebé hermoso (o hermosa, tú me entiendes).

Y Soon y Jihoonie, pensar en ellos me duele un poco, pero sé que son felices también, que son el uno para el otro.

Ya les dije que los quiero, espero que lo recuerden siempre.

Y por su parte, Jihoonie caminará, correrá y ganará maratones, eso es hermoso, estoy muy orgulloso de él.

Amo este mundo, y si lo dejo, amo cómo lo dejé.

Todos son felices, Shua, todo el mundo es hermoso.

¿Puedes ver lo hermoso del mundo ahora, Joshua?

¿Podrías verlo por mí?"

Joshua negó, quiso llorar con más ganas, sentía su corazón frágil y roto.

—No, Seokmin, no lo veo —respondió—. El mundo no es hermoso y no lo será si te vas... Y yo no estoy feliz ahora, Seok.

>> Y n-no me gusta que digas que no lo lograrás, Seokmin, porque lo harás, ¿Bien? —buscó la respuesta en el castaño, quien bajó la vista—. Sólo queda la cirugía, Seokmin, lo lograrás, no vas a morir.

Seokmin frunció sus labios un momento.

—S-Siempre hay una po-si-bilidad —dijo con lentitud, alzó su vista de nuevo hacia Joshua—. Por si a-caso.