JORDI
—Quiero que estéis juntos.
—¿Y te crees que yo no quiero estar con ella? Pero ella ya ha hablado y me lo ha dejado muy claro. Está enamorada de Darío.
—Pero no la olvides, por favor.
—Eso no me va a costar.
Más que nada porque creo que estoy enamorado de ella.
—¿Vas a salir con mi mami? — me preguntó Luna emocionada.
—No — dije entre risas.
—Cariño, mira que te he dicho veces que entre Jordi y yo no va a pasar nada.
—Jolines, yo quiero que estéis juntos.
Y yo quiero estar con Abril y tampoco puedo.
—Pero, aunque no esté con tu madre me puedes seguir llamando papi.
—¿Qué ha pasado con su padre? — preguntó Mel.
—Ese no es mi padre. Como lo nombréis, me voy.
—Pues cariño, súbete al cuarto.
Luna se levantó del sofá y subió al cuarto.
—¿Se lo dices tú? — le pregunté a Bea y ella asintió.
—Verás, yo tenía un novio que era el mejor amigo de Jordi. Me quedé embarazada y cuándo se lo conté a mi novio me dijo que no se iba a hacer cargo, sigue tú, Jordi.
—Como sabes yo estuve en coma, fui a darle una sorpresa a Justin, su novio. Pero la vi llorando al irse mi amigo. No podía verla llorando, me acerqué a ella. Me contó lo que le pasaba y le dije que me haría cargo.
—Sin conocerme — recalcó Bea.
—No hay persona más buena que tú.
—¿Y mi hermano?
—Tu hermano es muy bueno, pero si no lo incumbe, no se mete. Y tú, no puedes ver llorar a nadie, por nada.
—Y Abril es otro ejemplo — recalcó mi hermano.
—Y pues nada, 5 añitos que llevo haciéndome cargo de Luna. Pero el otro día fue la primera vez que me llamó papi.
—Mel, por favor, no nombres a su padre delante de ella, porque para ella su padre es Jordi.
—No el gilipollas que desapareció — gritó desde su cuarto.
—Anda, baja — le dije yo.
—¿Habéis cenado? — nos preguntó Bea mientras Luna abrazaba a mi hermano.
—No, venimos directos de Valencia.
—Del cumple de Abril, dirás — me corrigió Mel.
—La cosa es que no hemos cenado — dijo mi hermano para que nos calláramos —. ¿Y vosotras?
—Tampoco.
—Amor, ¿qué te apetece?
—Hamburguesas, porfi, porfi — dijo Luna mirándola.
—Hamburguesa mismo.
—Siempre te sales con la tuya, pequeña — le dije yo.
—Vamos al coche — dijo Bea.
Me senté yo delante con Bea, mi hermano, Mel y Luna detrás.
Llegamos a la hamburguesería, pedimos y nos sentamos a comer. Una vez terminamos Luna quería ir a un parque que quedaba cerca con sus titos, Mel y mi hermano.
ESTÁS LEYENDO
Una vida a tu lado (2) ✔️
Teen FictionSegunda parte de amor prohibido. Tu amor prohibido se convirtió en tu gran amor, pero no todo va a ser tan sencillo... Sin darte cuenta le estás haciendo daño a terceros, pero no lo admiten. Quieres centrarte en tu futuro pero el pasado no deja de d...