Capítulo 33 "Mi moto"

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JORDI

—Quiero que estéis juntos.

—¿Y te crees que yo no quiero estar con ella? Pero ella ya ha hablado y me lo ha dejado muy claro. Está enamorada de Darío.

—Pero no la olvides, por favor.

—Eso no me va a costar.

Más que nada porque creo que estoy enamorado de ella.

—¿Vas a salir con mi mami? — me preguntó Luna emocionada.

—No — dije entre risas.

—Cariño, mira que te he dicho veces que entre Jordi y yo no va a pasar nada.

—Jolines, yo quiero que estéis juntos.

Y yo quiero estar con Abril y tampoco puedo.

—Pero, aunque no esté con tu madre me puedes seguir llamando papi.

—¿Qué ha pasado con su padre? — preguntó Mel.

—Ese no es mi padre. Como lo nombréis, me voy.

—Pues cariño, súbete al cuarto.

Luna se levantó del sofá y subió al cuarto.

—¿Se lo dices tú? — le pregunté a Bea y ella asintió.

—Verás, yo tenía un novio que era el mejor amigo de Jordi. Me quedé embarazada y cuándo se lo conté a mi novio me dijo que no se iba a hacer cargo, sigue tú, Jordi.

—Como sabes yo estuve en coma, fui a darle una sorpresa a Justin, su novio. Pero la vi llorando al irse mi amigo. No podía verla llorando, me acerqué a ella. Me contó lo que le pasaba y le dije que me haría cargo.

—Sin conocerme — recalcó Bea.

—No hay persona más buena que tú.

—¿Y mi hermano?

—Tu hermano es muy bueno, pero si no lo incumbe, no se mete. Y tú, no puedes ver llorar a nadie, por nada.

—Y Abril es otro ejemplo — recalcó mi hermano.

—Y pues nada, 5 añitos que llevo haciéndome cargo de Luna. Pero el otro día fue la primera vez que me llamó papi.

—Mel, por favor, no nombres a su padre delante de ella, porque para ella su padre es Jordi.

—No el gilipollas que desapareció — gritó desde su cuarto.

—Anda, baja — le dije yo.

—¿Habéis cenado? — nos preguntó Bea mientras Luna abrazaba a mi hermano.

—No, venimos directos de Valencia.

—Del cumple de Abril, dirás — me corrigió Mel.

—La cosa es que no hemos cenado — dijo mi hermano para que nos calláramos —. ¿Y vosotras?

—Tampoco.

—Amor, ¿qué te apetece?

—Hamburguesas, porfi, porfi — dijo Luna mirándola.

—Hamburguesa mismo.

—Siempre te sales con la tuya, pequeña — le dije yo.

—Vamos al coche — dijo Bea.

Me senté yo delante con Bea, mi hermano, Mel y Luna detrás.

Llegamos a la hamburguesería, pedimos y nos sentamos a comer. Una vez terminamos Luna quería ir a un parque que quedaba cerca con sus titos, Mel y mi hermano.

Una vida a tu lado (2) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora