Una vida a tu lado (2) ✔️

Capítulo 31 "Lo sabía"

ABRIL

—¿Cómo? — dije levantándome del sofá para buscarlo.

Sali al jardín y allí estaba con Marc y yo me acerque a ellos.

—Marc, ¿nos puedes dejar solos? — le pregunté yo.

—No me pasa nada, en serio. Me puedo quedar solo con ella.

—Contrólate.

—Me he controlado muchos meses, hoy no va a ser menos. Tranquilo.

Marc tras dudar mucho, volvió a entrar en la casa.

—Tú dirás — dijo bebiendo una cerveza.

—¿Es verdad que has venido porque te ha convencido Bea?

—Al principio sí.

—Y luego te obligó Mel, ¿no?

—Sí, pero yo quería venir. Para ver si todo seguía igual.

—¿Y?

—Ni te he olvidado ni te voy a olvidar. Ya lo sabes.

—Jordi...

—No te preocupes por mí, estoy bien. ¿Vamos dentro?

—Vamos — y me pasó el brazo por los hombros y volvimos a entrar

—Estáis muy sonrientes, ¿me debería preocupar? — nos preguntó Darío.

—No, amor — le susurré y lo abracé.

—No te preocupes Darío, te dije que no iba a hacer nada.

—Chicos, ¿tenéis hambre ya? — preguntó Darío a nadie en concreto.

Todos asentimos con la cabeza y los chicos se fueron a por la comida.

—Yo creo que aquí no pinto nada — dijo Martina.

—¿Has quedado con Carla y Emma?

—No.

—¿Y por qué te quieres ir?

—Porque no conozco a nadie.

—¿No te valgo yo?

—Oye, a mí si me conoces — se quejó Mel.

—Me llamo Ale. Amiga de Abril

—Yo soy Ruth, cuñada de su novio.

—Y amiga mía, Ruth.

—Y novia de tu cuñado — dijo Mel entre risas.

—Y de los chicos al único que no conoces es al hermano de mi novio. Víctor.

—Sí, porque a mi novio y su hermano si los conoces — dijo Mel.

—¿Alguna excusa más?

—No — dijo entre risas.

—La que se va a ir después de comer soy yo — dijo Ruth.

—¿Por qué?

—Porque tengo que estudiar, estoy llena de exámenes.

—Ruth, los sábados no se estudia.

—Me quiero sacar el curso de una vez.

—Por un día que no estudies no pasa nada, hay que descansar — le dijo Ale.

—Mira, mañana voy a tu casa a ayudarte, ¿te parece?

—No hace falta, Abril. Se que no aguantas a mi hermana.

—No la aguanto ni yo. Y eso que no la conozco — dijo Mel entre risas.

—Es que se inventa cosas que son para matarla — dijo Ruth.