ABRIL
—Ya está Erika, te toca.
—Sandra, ¿estás lista? — le dijo la organizadora.
—Sí.
—¿Puedes salir? Tenemos que hablar contigo.
Sandra salió y me quedé a solas con Erika.
—Erika, ¿qué pasa? — dije al ver que no paraba de mirarme.
—Que no sé si me caso. Ha vuelto mi ex. Y sigo sintiendo cosas. Necesitaba decírselo a alguien.
—¿Y por qué no se lo dices a Sandra?
—Porque ella está con alguien, sintiendo cosas por otro. Y no es para nada sincera.
—Pues tranquila, no se lo digo a nadie. Soy tu maquilladora y hoy hago también de cura — dije entre risas.
—Gracias.
Tras un rato Sandra volvió y acabé de pintar a Erika y salió junto a Sandra. Yo me quedé en el camerino organizando el maquillaje y la puerta del camerino se abrió, era la organizadora.
—Toma, tu dinero — dijo dándome los 200€.
—Muchas gracias, contad conmigo para cualquier evento.
—Te llamaremos. Encantada de que hayas trabajado con nosotros.
Salí y justo llegó Darío, a la vez que un mensaje de Mel.
Me subí al coche y besé a Darío.
—Sandra me ha dicho lo que me dijiste.
—Te lo dije. Mis padres nos esperan para comer.
—Mel dice que esta noche llegan al aeropuerto.
—Abril, ¿estás bien?
—Yo hoy no duermo en casa.
—¿Por?
—Porque Jordi no me quiere ver.
—¿Seguro que no es por mí?
—No.
—Si no te quiere ver, no va a dormir en casa. Tranquila.
—¿Cómo estás tan seguro?
—Pregúntale a Mel.
—Vale, ella y Marc. En un principio.
—Te lo he dicho.
—Quiero ir a recogerlos al aeropuerto.
—Vale, pero vamos a mi casa que nos esperan para comer.
—A tu madre no le habían dado el alta ¿hoy?
—Sí, ¿por?
—Entonces, ¿quién ha hecho la comida?
—Tu chef personal, bueno, yo — dijo entre risas.
En un rato llegamos a casa de mis suegros. Estaban sentados en la mesa Luis y Teresa.
—Víctor está arriba, ahora baja — me dijo Teresa.
—Por fin llegas — dijo bajando por las escaleras.
Los cinco nos sentamos en la mesa a comer, estaba riquísima la pasta que había hecho Darío.
—Bueno, Abril, ¿cómo vas con el embarazo? — me preguntó Luis.
—Bastante bien, gracias por preguntar.
Vi como Teresa se iba a la cocina con los cinco platos y le di un codazo a Darío, que se dio cuenta de lo que le quería decir.
—Yo te ayudo, mamá — dijo levantándose de la silla.
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Una vida a tu lado (2) ✔️
Teen FictionSegunda parte de amor prohibido. Tu amor prohibido se convirtió en tu gran amor, pero no todo va a ser tan sencillo... Sin darte cuenta le estás haciendo daño a terceros, pero no lo admiten. Quieres centrarte en tu futuro pero el pasado no deja de d...