Una vida a tu lado (2) ✔️

Capítulo 19 "Me odia"

ABRIL

—Estaba hablando por teléfono, con el tito.

—Me está llamando Mel, ahora vengo.

Salí de la habitación y del hospital para contestarle a Mel.

—Mel, ¿qué pasa?

—Mañana por la mañana volvemos de México, porque el lunes los chicos inauguran el hotel.

—Y no te quieren dejar sola, ¿me equivoco?

—No, no me quieren dejar sola y me llevan a tu casa. Pero Jordi no te quiere ver.

—¿Qué le pasa ahora?

—Que le hace daño verte.

—¿No se suponía que éramos amigos? ¿Para qué me dijo de ser amigos?

—Quería ser tu amigo, pero se ha dado cuenta de que no puede.

Le he hecho mucho daño, aunque diga que no.

—¿Y qué se supone que tengo que hacer? Sabes que no quiero hacerle daño.

—Lo voy a convencer para que no me lleve con Marc a tu casa, pero haz que no te vea si tienes que salir.

—Gracias por avisarme y perdón.

—No es tu culpa, a él le dan estos venazos.

—¿Cómo cuando se fue a Canarias?

—Pero volvió, siempre vuelve a donde ha sido feliz.

—Yo estoy con Darío.

—Y lo sabe, pero prefiere no verte para no liarla. Él dice una cosa, pero hace la contraria.

—Lo estás dejando fatal — dije entre risas.

—Que no se entere, que me mata. En un rato te confirmo la hora.

—Entonces, no salgo de mi casa, ¿no?

—Si puedes, no.

—Lo intentaré — y le colgué.

—¿Abril? ¿Estás bien? — me preguntó Víctor colgando la llamada.

—Jordi, me odia — dije sin asimilarlo.

—Nadie puede odiarte. Ven, tranquilízate — dijo abrazándome.

—No le digas a nadie que me has visto así, por favor Víctor.

—Todos tenemos días malos, tranquila que no digo nada.

Subimos de nuevo a la habitación cuando ya estaba algo más calmada.

—Chicos, ¿todo bien? — nos preguntó Teresa y los dos asentimos.

—Ahora me explicas que ha pasado — me susurró Darío dándome un beso corto y yo le respondí con una sonrisa algo tímida.

—Mami, Ruth te dice que te mejores. Está de exámenes y no puede venir a verte.

—Cuando la veas le dices que mañana me dan el alta, pero que gracias.

—Abril, ¿seguro que estás bien? — me preguntó Luis.

—¿Qué nos hemos perdido? Con lo mal que te caía — dijeron Teresa y Víctor mirando a Luis.

—Nada, que el otro día hablamos y aclaramos las cosas — dijo él.

—Mami, nos vamos ya, ¿vale?

Nos despedimos de ellos y nos fuimos. Fue subirnos al coche y a Darío le sonó el móvil.

—Amor, míralo tú — me dijo Darío — ¿Quién es?