ABRIL
Por la mañana me despertó Mel entrando a mi cuarto.
—Mel, ¿qué haces aquí?
—Llevo aquí desde anoche — dijo entre risas.
—Digo en mi habitación.
—Los chicos se acaban de ir y tengo hambre.
—¿Y por eso me despiertas?
—Me dijiste que íbamos a la cafetería de una amiga tuya.
—Por la tarde — dije volviéndome a tumbar dándole la espalda —. ¿Me dejas seguir durmiendo?
—No — dijo quitándome la sábana —. Que me aburro.
—Molestar, lo que mejor se te da — dije entre risas y me levanté de la cama.
—¿Y lo que me quieres?
—Por desgracia, mucho.
—Ah, ¿por desgracia?, gracias. Me voy y no te molesto más.
—Si ya me has despertado — dije entre risas —. Anda ven, no te enfades. ¿Quieres ir a desayunar a la cafetería?
—Quiero desayunar, me da igual donde.
—Espera a que me vista y nos vamos.
—En pijama y bajamos. Porfi, porfi.
—Venga, vamos.
Sin decir nada más, las dos bajamos.
—¿Qué te apetece? — dije abriendo la nevera — Hay creps.
Nos comimos los creps con chocolate con un café con leche cada una. Y subimos.
—Yo me voy a duchar. Hay otra ducha, dúchate si quieres.
Cada una entró a una habitación a por su ropa, no tardé mucho en ducharme, así que me vestí y me bajé al salón.
Al rato vi bajar a Mel y se sentó a mi lado.
—Estamos solas, ¿qué hacemos? — me preguntó.
—¿Qué te apetece?
—Que me cuentes que hacías con Sandra. De principio a fin. Si te caía fatal.
—La novia de Víctor, Ruth, es la hermana de Sandra. Le enseñó fotos de tu boda y le gusto como maquillaba. Sandra es modelo, habló bien de mí a la empresa y me llamaron para preguntarme si me interesaba maquillar a unas modelos. Obviamente dije que sí, y nada fui de maquilladora y tuve que maquillar a Sandra.
—Espera, ¿me estás diciendo que Sandra habló bien de ti?
—Sí, yo tampoco me lo creía.
—Ha dejado de lado el quien eres y ha visto lo bien que maquillas. ¿Y por qué te dijo lo de que Darío la besó?
—Porque Sandra quiere que nos separemos, quiere a Darío para ella.
—Tú sabes que me encanta la pareja que haces con Darío y que Sandra me cae fatal, como a ti. Pero está vez tiene razón.
—¿Tu también quieres que lo deje con Darío?
—No quería decir eso, quiero decir que te veo mejor con Jordi que con Darío.
—Mel, ¿me lo dices en serio?
—Es mi opinión. Con Darío has sufrido mucho y con Jordi pues no.
—¿Me estás diciendo que deje a Darío? Con Darío soy muy feliz.
—Lo sé, te veo feliz. Pero tenía que decírtelo.
—¿Darío te cae mal o a que viene esto?
—No me cae mal, pero Jordi me cae mejor. Pero aun así, no me voy a alegrar si lo dejáis. Te prefiero feliz, con quien sea.
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Una vida a tu lado (2) ✔️
Ficção AdolescenteSegunda parte de amor prohibido. Tu amor prohibido se convirtió en tu gran amor, pero no todo va a ser tan sencillo... Sin darte cuenta le estás haciendo daño a terceros, pero no lo admiten. Quieres centrarte en tu futuro pero el pasado no deja de d...