JORDI
—¿No le habrás dicho que estoy aquí? ¿Verdad que no? — le pregunté a Bea rezando para que me dijera que no se le había dicho nada —.
—Tranquilo que nadie sabe que estás aquí.
—Pues más me vale que no me vea.
—Viene el viernes a las 17 a dejarla y la recoge el domingo a las 19.
—¡Qué guay! — dijo Luna —
—Erika le habrá hablado a Eva sobre ti. — me dijo Bea —
—Cariño, llámame papi esos días. Y tú Bea llámame, como quieras menos Jordi.
—¿Y si jugamos a ser una familia? Tú eres actriz mami. — propuso Luna —
Me está diciendo que esté con su madre, pero sin decírmelo.
—Tú lo que quieres es que esté con Jordi.
—No ha colado. — dijo cruzándose de brazos —
—Vamos a darle el gusto a Luna.
—Porfi, porfi mami. — dijo poniéndole pucheros a su madre —
—No sería la primera vez que fingimos ser novios. — le susurré a Bea —
—No sé cuál de los dos es más cabezota. — dijo Bea —
—¿Eso es un sí? — dijo Luna entusiasmada —.
—Es un vale.
—Yo lo hago por Luna.
—Y yo, y yo. ¿Qué te crees?
—¿Segura?
—No eres más creído porque no puedes. — dijo despeinándome — Claro que estoy segura, tonto.
—Mami, no cuela si le llamas tonto.
—El juego aún no ha empezado cariño. — le dijo Bea —
—Jolines.
—Pero Luna, no te confundas. Ni soy tu padre ni estoy con tu madre.
—Te considero más mi padre que al gilipollas que desapareció.
—Luna, el gilipollas que desapareció es tu padre — le dijo su madre y yo asentí —.
—Sabéis que en 5 años no lo he considerado mi padre, no voy a empezar a considerarlo mi padre ahora.
—Siempre te lo digo, tienes 5 años y hablas como si tuvieras 16 — dije entre risas —.
Cenamos y subimos a las habitaciones, tenía que dormir con Bea. No pasaba nada.
ABRIL
—¿Y bien? — me preguntó Darío —
—Que compremos los muebles con su dinero.
—Lo que yo te había dicho.
—Sí, pero no me ha dicho que no se lo pueda devolver.
—¿Qué vas a hacer? — me preguntó mi madre pero era a Darío a quien le interesaba la respuesta —.
—Pagar los muebles con su dinero y devolverle la misma cantidad cuando ahorre.
—¿Sigues teniendo en mente buscarte otro trabajo? — me preguntó Darío —
—Espera, ¿qué? — dijo mi madre sorprendida — Dejaste de estudiar para hacer lo que te gusta, ¿y lo vas a dejar?
—No, me buscare uno entre semana para no dejar lo otro que no es todos los días. Pero solo hasta que le devuelva el dinero a Jordi. Cambiando de tema — dije mirando a Darío —.
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Una vida a tu lado (2) ✔️
Novela JuvenilSegunda parte de amor prohibido. Tu amor prohibido se convirtió en tu gran amor, pero no todo va a ser tan sencillo... Sin darte cuenta le estás haciendo daño a terceros, pero no lo admiten. Quieres centrarte en tu futuro pero el pasado no deja de d...