—¡Más Fuerte!
—¡Sí, mi teniente!
—¡¿Solo porque es el aniversario de Dónovan dejaran de entrenar?!
—¡No, mi teniente!
—¡Levante los sacos y tráiganlo a mis pies, tiene diez minutos!
—¡Como usted ordene, teniente!
—Teniente Baker, parece una bruja.
—Silencio, soldado.
—Henry—Suspiró—. Soy Henry, tu futuro esposo.
—¡Silencio, soldado! —ordené.
—¡Si, mi teniente! —gritó.
Miré a los soldados que apenas podían traer los sacos. Eran cinco, tenían fuerza, pero nada destacable.
—¡¿Por qué eligieron la tropa de la libertad?! ¡¿Quieren morir?!
—¡No, mi teniente!
—¡¿Qué no quieren morir?!
—¡Si, mi teniente!
—¡¿O sea que tengo soldados suicidas?!
Ellos guardaron silencio antes mis preguntas.
—¡Respondan!
—¡Teniente! —Se acercó a mi el mayor Bryan—. Llevan entrenando toda la mañana, hoy es libre para todos. Tienen que visitar a sus familias.
—Perdimos a tres de nosotros porque estos imbéciles no tenían fuerza para arrastrar a nuestros compañeros.
—Son recién graduados.
—Llevan un maldito año aquí.
—Hablaré con la teniente coronel.
Lo ignoré y seguí gritándole a los soldados.
—¡Soldados, pueden irse a casa! —Gritó.
Cerré mis ojos y suspiré cuando la voz se Cassandra resonó. Los soldados soltaron los saco y agradecieron antes de correr de mi mirada.
—A mi oficina, ahora—Me ordenó.
Ignoré a Henry y caminé tras ella. Subimos hasta su piso y odiaba entrar aquí. Me traía recuerdos que quería ignorar.
—¿Cuándo dejaras de comportarte como una imbécil? —Me dijo apenas cerré la puerta.
—¿imbécil? Esos soldados son débiles.
—Así mismo llegaste tú.
—Yo hubiera podido arrastrar dos cuerpos.
—El capitán Andrés estaba sin sus piernas—Me recordó—. La teniente dina le faltaba la mitad de su cuerpo y...
—¿Y qué?
—Sé que tuviste que decidir entre mi vida o la del capitán Caleb, pero somos soldados. Perdemos gente en la batalla, es lo normal.
—Lo normal es que todos peleemos, esos idiotas se quedaron traumados y yo tuve que arrastrarlos a ellos. Caleb podía sobrevivir, estaba bien al igual que Andrés.
—Sé que eso no es todo, viene más allá de que volvimos.
—No comiences con tu charla, Cassandra.
—¿Aun esperas que vuelva?
Me quedé en silencio con su pregunta y la odié, porque en ese momento me hizo recordar lo que sufrí.
Creo que estuve esperando que volviera por tanto tiempo que olvidé cuanto fue exactamente. Pero me sentaba ahí, en la puerta, y esperaba que volviera, que apareciera. Los primeros meses prendía el walkie-talkie y le hablaba, pero él nunca respondió. Después me cansé. Después de la pena vino el odio. Odiaba esto, lo odiaba a él y odiaba a Dónovan, al rey. Los odiaba a todos.
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Solo por esta noche
Romance"En un mundo donde amar no estaba permitido, él y yo encontramos la libertad en los brazos del otro". Portada creada por @tylerevelynrood (en Instagram) No se aceptan adaptaciones. Todos los derechos reservados, 2022.