Mi acosador [Terminada]

Capítulo 8

Nota importante: no se asusten Hana no encontró nada malo.(Chicos disculpen el error, ya corregí el capítulo, así que ya pueden leerlo.

Entramos a su casa y me encontré con una mujer muy joven, al parecer es su madre.

—Hola mamá, está es mi amiga Hana.— Le saludó Conner.

—Hola señora Morrison, Conner me ha contado mucho de usted.— La salude sonriendo.

—En serio, el tan bien habla mucho de ti.— Me hizo saber ella y pude escuchar el carraspeo de Conner. —Y por favor no me digas señora, llámame Olivia.

—Está bien.— Contesté.

—Hana vamos a subir a mi cuarto para repasar sin interrupciones.— Dijo Conner mirando a su madre. Yo sólo asenti.

—¿Quieren que les preparé una merienda?— Nos pregunta Olivia.

—No mamá así estamos bien.— Dice Conner mientras subiamos las escaleras.

Nos detenimos frente a una puerta, Conner la abrió y se hizo a un lado para que yo pasara primero. Espere que al encontrarme dentro de ella me topase con lo habitual, ropa por cualquier parte, libros en el suelo.

Pero no todo estaba ordenado, excepto el escritorio donde tenía unos libros, al parecer estaba estudiando.

—Pensaba que eras como los demás chicos.— Le dije, a lo que el gozo una mueca como si no supiera a que me refería.

—¿A qué te refieres?

—Pense que tu cuarto sería un completo desastre pero es todo lo contrario.— Le comenté mientras observaba el resto de la habitación.

—Ahhh, pues no, no soy tan regado.— Me dijo mientras dejaba su mochila sobre la cama. —Hana si no te molesta voy a cambiarme la camisa.

_Vale.— En ese entonces cometí un grave error y no, lo comprendí hasta que mire a lo que tenía enfrete mío, nada más que un espejo en donde se reflejaba el cuerpo de Conner. Y sin tener que voltearme lo pide observar cuando se cambiaba de camisa.

Deje de observarlo mediante el espejo, para que no se diera cuenta de que lo estaba viendo y me dedique a observar una especie de libro, pero era extraño, las ojas estaban en blanco.

Tal vez es un diario, lo tome en manos y me su la vuelta, ya Conner se habia cambiado la camisa y al parecer le dio tiempo para cambiarse los pantalones.

—¿Conner tu tienes un diario?

—¿Por qué lo preguntas?— Me respondió sin mirarme así que decidí decirle acerca del libro de las páginas en blanco.

—Porque encontre esta especie de libro que tiene algunas paginas aún sin escribir.— Eso parece que le llamo la atención, porque en seguida subió su rostro, se le observaba preocupado.

—Hana puedes dejar ese libro ahí en el escritorio.—Dijo con nerviosismo, lo que sólo hizo que sintiera más curiosidad.

—¿Qué dice el libro?— Le pregunté, a lo que respondió caminando hacia mi, estando ya enfrente mío, cuando decidió quitarme el libro no se lo permití.

—Hana por favor dame el libro, sí.— Al parecer el libro decía algo que el no quería que viese.

—Dime porque razón no puedo verlo.— Le dije ocultando el libro detrás de mi.

—Hana , no peleemos sí, sólo dame el libro y todo se termina, ese libro es muy preciado para mi.— Con eso casi logra hacer que me lo crea.

—Ok.— Mentira, nada estaba bien. Hice el amago de darselo, pero en el momento en que intento quitarselo, se lo impedía.