Destino +18 - Pedri

Te quiero

Era el día de la maldita final.

Un clasico Madrid / Barça.

Hasta yo estaba nerviosa.

Pedri estaba con su familia y yo estaba con Ferran en el hospital.

Por fin me iban a quitar el maldito yeso de la pierna.

Aún tendría que ir con cuidado a no hacer esfuerzos, pero al menos podría moverme mejor.

Ali estaba con Gavi también, que al parecer el sevillano estaba muy nervioso por el partido.

Así que Ferran se había ofrecido para acompañarme.

- ¿Estás seguro que llegaremos a tiempo? -pregunté por milésima vez.

Faltaba poco para el partido.

- Ela, lo repito de nuevo, no van a tardar tanto en quitarte eso. -se rio una vez más.

- ¡Nunca me había roto nada, yo que sé! -me quejé.

- ¿Cómo que no? me acuerdo de cuando teníamos doce años, me caí encima tuya saltando en una cama elástica y te rompí el hombro. -soltó una risa.

- Joder, me acuerdo, es verdad, tu padre me lo colocó ahí mismo y yo creía que había muerto, tuviste que darme miles de besitos en el hombro para que te perdonase. -me reí con él.

Justo nos llamaron y entramos en la consulta aún riéndonos.

Y como dijo Ferri, no tardaron nada.

Me sentí liberada al no llevar el peso del yeso, pero aún así caminé hasta el coche con las muletas y sin apoyar el pie.

- Vamos perfectos para llegar justo a tiempo al partido. -aseguró al arrancar.

- ¿Pedri y los demás ya estarán ahí? -pregunté.

- Seguramente, y si no, no tardarán mucho, ¿ya echas de menos al canario? -preguntó picándome.

- Le vi hace dos días. -le quité importancia.

- Su familia estará hoy en el campo, junto con la mía, mañana nos vamos todos hacia Canarias. -comentó y yo me giré de golpe hacia él.

- ¿Vais a pasar las navidades en Canarias? ¿tu también? -pregunté sin creermelo.

Pedri no me había dicho absolutamente nada.

Algo en mi interior se agrietó un poco al pensar que él no quería llevarme.

- Su familia y la mía han decidido pasarla juntos, Sira se queda aquí con la suya, así que al menos tendré a Pedri. -admitió.

No contesté, no sabía que decir.

Llegamos al campo un rato después y al llegar arriba, Ali, Gavi y Pedri ya estaban ahí.

- Menos mal que ya te han quitado esa cosa. -sonrió Pedri corriendo hacia mi.

Yo iba al lado de Ferran y sin darme cuenta me pegué a él, ignorando a Pedri.

Me había dolido y ahora no sabía como mirarle.

- Sí. -murmuré.

- ¡Ya podrás patearle el culo de nuevo a Pedri! -gritó Gavi corriendo hacia mi con Alison.

Yo solté una carcajada y vi como Pedri me miraba.

- Creo que vosotros dos tenéis algo que hablar, vamos, vamos. -Ferran se llevó a Ali y Gavi de ahí, maldito chico que se había dado cuenta de que yo estaba enfadada.

Pedri me miraba mientras yo jugaba con mis pies, moviéndolos por la hierba, nerviosa.

- ¿Cuándo ibas a decirme que te ibas a pasar las navidades a Canarias? -pregunté.