Ven conmigo +18

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ACTUALIDAD

Acabábamos de llegar a mi piso.

Pedri me había sacado de ahí casi a escondidas de los demás, entre besos robados y sonrisas que prometían mucho más que eso.

No nos separamos en ningún momento.

Él se había duchado y cambiado después de la celebración y yo le había esperado como él me había pedido.

Nuestra ropa empezó a molestar muchísimo de repente entre los besos.

Y él no dudó en desvestirme y dejar mi ropa de camino a mi habitación.

Al llegar, yo estaba completamente desnuda, me tumbó en la cama y se quitó su propia ropa.

Estaba tan contento que sus ojos brillaban tanto de placer como de alegría de haber ganado.

Y solo de ver eso, yo sentía como mi corazón se llenaba.

Sabía que al día siguiente se iría a Canarias durante todas las fiestas y no le vería hasta que volviese, pero iba a aprovechar esa noche.

Terminó de quitarse la ropa y se tumbó conmigo, su piel cálida rozaba la mía y me hacía tener escalofríos.

Me besó por todos lados.

Era diferente, estaba diferente, más tranquilo, más cálido, más..

- Elara.. -murmuró contra mi cuello.

Se había puesto el condón y su punta estaba en mi entrada.

- Mmm.. -respondí aferrándome a su espalda.

Entró en mi de un solo golpe.

Y yo gemí con fuerza, arañando su espalda mientras enterraba mi cabeza en su cuello.

Él soltó una risita ronca contra mi pelo.

Y empezó a moverse.

Su ritmo era rápido y duro, como siempre era y yo me dejé llevar contra él.

Una de sus manos jugueteó con mis pezones, torturándolos a su antojo mientras sus embestidas me mataban cada vez más.

Su boca reclamó la mía y no fue un beso descontrolado y rápido, fue lento, al contrario de sus embestidas.

Me estaba volviendo loca.

Él estaba sobre mi y sonrió al ver que yo estaba en el borde.

Hasta que me dejé caer de golpe, con él, los dos nos dejamos llevar a la vez y su cuerpo cayó sobre el mío, enterrando su cara en mi cuello.

- Ven conmigo a Canarias, con mi familia, quiero que conozcas todo de mi, donde crecí, mi hermano, todo, quiero enseñártelo todo. -murmuró contra mi cuello.

- Yo.. -murmuré sin saber que decir, de repente mi corazón iba a una velocidad demasiado alta.

- Hay un billete para ti, lo tiene Ferran, le dije que lo comprase. -siguió hablando.

Y las lágrimas empezaron a acumularse en mis ojos.

Me acordaba de todo lo que había pasado, el gesto que él había hecho en el campo me había hecho recordar.

Y podía decir claramente que me había enamorado de él, lo estaba.

Pero el miedo me invadió.

Él quería enseñarme a su familia, su tierra, su infancia.

Yo no podía enseñarle nada de eso, no tenía nada.

¿Cómo podía enseñarle algo de mi si todo con lo que había crecido había sido una mierda?

Destino +18 - PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora