Capítulo 4. Ulong, el cerdo

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Después de recibir un par de obsequios por parte del ermitaño Tortuga, Glaolo y compañía se alejan de la costa en busca de la siguiente Bola de Dragón.

Con la que les ha entregado el maestro, ya han reunido cuatro. Aún faltan tres por encontrar.

Se alejan de la costa, y ponen rumbo al noroeste.

Glaolo: ¿Cuánto queda para llegar?

Drake: ¿Ese trasto no puede ir más rápido?

Bulma: ¡Cállate! ¡Ya he superado el límite de velocidad!

Además, vosotros podéis volar, ¡vaya morro!

Glaolo: No es culpa nuestra que no puedas subir a la nube voladora.

El maestro Mutenroy dijo que sólo puedes montarla si tu corazón es puro.

Bulma: ¡¿Qué dices?! ¡Yo soy pura y virtuosa!

Drake: Pues la nube voladora no dice lo mismo.

Bulma: ¿Porqué no puedo subirme a ella? ¿Tan malo es ser hermosa?

Drake: La sensación de volar con mis alas de viento es... ¡tan guay!

Glaolo: ¿Falta mucho?

Bulma: ¡Escuchad cuando os hablo!

Después de tres días de viaje, llegaron a su destino.

El camino les llevó a una pequeña aldea rural.

Bulma: Según el Radar Dragón, la Bola debería estar en algún lugar de esta aldea.

Drake: Pero... hay mucho silencio. ¿Habrá alguien viviendo aquí?

Glaolo: ¡Seguro que hay alguien!

¡HOLAAAAAAAAA! ¿HAY ALGUIEN AQUÍ?

Pero en aquel pueblo reinaba el silencio.

Hasta que Glaolo entró en una casa ajena, pero un señor mayor le golpeó con un mazo.

Bulma: Parece que aquí no hay nadie...

Glaolo: No. Aquí hay alguien, puedo sentirlo.

¡Hola! ¿Hay alguien en casa?

¡He encontrado a alguien!

¡Ay!

Aldeano 1: Debí imaginarlo...

Glaolo: ¡Oye! ¡Eso me ha dolido!

Aldeano 1: ¡Perdóneme, señor Ulong!

¡Puede llevarse mi dinero o mi comida, lo que desee! ¡Pero por favor, no se lleve a mi hija!

Glaolo: ¿Eh?

¿Ulong? ¿Quién es Ulong?

Después del vozarrón del aldeano, el resto de habitantes de la aldea salió de sus casas.

GLAOLO. EL COMIENZO TEMPORADA 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora