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Si pensé que Billie haría alguna estupidez para poder alejarla de mí, estuve muy equivocada.

Un mes desde que me obligo a ser su amiga y ella....
Ella se volvió tan amable conmigo y con los demás, pensé que solo actuaba pero con los días parecía hacerlo tan natural que ahora creo que no actúa y que ella en realidad es una buena chica.

Billie se a ganado la confianza de los chicos y un poco solo un poco la mía.

-¿Vamos por un Latte? - la mire.

El día de hoy el sol está de los mil infiernos.

-Claro pero yo pago el mío - ella asintió con una sonrisa.
-¿Algún día dejarás que pague tu cuenta?.
-Ya lo hice una vez así que no pidas más.
-Esta bien morena - asentí y seguí mirando el libro. - ¿Cuándo dejaras de estudiar?.
-Jamás - ella cerró el libro y la mire.
-Deberías tomar un descanzo - negué - Jenna sin problemas vas aprobar los exámenes - suspiré - Debes relajarte un poco.
-¿Por qué te preocupas por mí? - ella acarició mi mano y con la libre metió un mechón de cabello tras mi oreja.
-Eres importante en mi vida Jenna.

La mire a los ojos y me perdí en ellos.

Mi cuerpo reaccionó ante su mirada.

-Eres bonita - susurró.
-Vamos por ese Latte - ella soltó una risita.
-Bien vamos.

Guarde el libro en la mochila y me levante.

-¿Estás ocupada después?.
-No.
-Te parece si.... - se rasco la nuca y me miró de manera tímida - Si me acompañas a un lugar importante para mí.

Sonrió un poco.

-¿A dónde vas a llevarme? - pregunté.
-Secreto.
-Esta bien - ella sonrió - Ahora vamos por ese Latte Macchiato.
-Gracias.

Ella me guiño el ojo y caminamos con una sonrisa.

Mire de reojo a Zendeya quien me miraba con algo de confusión.

-Ignora a todas las personas, siempre van a pensar lo peor.

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Y tal como ella lo dijo, me llevo a su lugar seguro.

Es una montaña en donde se puede ver toda la ciudad.

-Tu risa es linda - mire al frente.

No dije nada y me dedique a mirar el horizonte.

-Aveces me gustaría tener tu forma de ser - regrese mi mirada - Eres tan valiente, tan única. Tienes un alma tan buena y pura, quisiera ser como tú.

¿Debo decirle gracias?.

-¿Por qué me dices esto?.
-Solo quise decirlo.

La mire y analice su mirada.

-Creo que quieres decirme algo.

Ella sonrió y asintió.

-Eres muy lista - asentí - Tienes razón quiero decirte dos cosas.
-Te escucho.

Se acercó más a mi cuerpo y abrazo mis hombros.

-Pero hoy solo voy a decirte una de ellas.
-Tienes mi atención.

Suspiro y me miró.

-Quiero que me permitas ser tu amiga - frunci mi ceño.
-Ya lo somos - ella negó.
-No es así Jenna - suspiro - Este mes me has soportado por tu secreto - asentí - Pero apartir de ahora quiero que olvidemos el trato, quiero que me permitas ser tu amiga por quien soy sin tratos de por medio.

Cuando te conocí. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora