Desde la llegada de Billie mi felicidad incrementó.
Ella me hace tan feliz que mi corazón no deja de sentirse tan acelerado.
-¿Vendrá? - Lauren me miró.
-En un rato.
-Tenemos que salir las cuatro juntas - hizo un puchero - Camz quiere verla.
-Le comentaré.
-Y....
-¿Mmm?.
-¿Ya disfrutaron de su compañía? - movió sus cejas.
-No te importa.
-Oh claro que me importa, hace dos días casi no pude dormir por estar escuchando ruidos de tu habitación.
Gire los ojos.
-No puedes reclamarme, recuerda la vez que te encontré a ti y a Camila teniendo sexo en la sala.
-Shhhhh.
-Entonces no te quejes.
-Pero por dios... Ustedes parecen nunca cansarse.
-Tenemos bastante energía.
Sonreí, ella me miró de manera juguetona.
-Par de conejas.
Solté una carcajada.
-Debe ser muy buena en lo que hace para tenerte diciendo ¡Oh Bill, más! - le tape la boca.
-Cállate idiota, Tyler va a escucharte.
-No es mi culpa que no te mantengas callada.
-Tampoco la mía.
-Teniendo en cuenta la mano de Billie puedo imaginar lo que hace.
Le di un golpe en su cabeza.
-Deja de mirarle los dedos a mi novia.
-No es mi culpa que muestre interés en sus manos.
-Deja de mirarla.
-La curiosidad me entró cuando escuché tus gemidos en la habitación de la cabaña, en las vacaciones pasadas.
-Shhhh deja de decirlo en voz alta.
-Ustedes no tienen llenadera.
-Tu tampoco, Camila me contó lo que hicieron en la playa - se sonrojo. - Aquí la pervertida eres tú.
-Maldita, ganaste.
Sonreí con gracia.
-Bueno debo irme, voy a cenar en casa de Camila.
-Uhhhh reunión familiar.
-Lo es - ella se levantó me lanzó un beso - Lávate esa boca después de que tengan sexo.
Le lanze la almohada y ella salió de la habitación mientras se ríe.
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Mire a Billie y a Tyler hablar como viejos amigos.
-Es bueno que se lleven bien - Papá susurro.
-La verdad es bueno.
Sus brazos me rodearon.
-Me gusta ver que ambas se esfuerzan por que su relación funcione.
-Lo intentamos.
-Y lo están haciendo muy bien cariño.
Sonreí y los mire de nuevo.
-Y ahora quiero decirte que si van a tener sexo en la casa lo hagan cuando nadie esté despierto - mis mejillas se colocaron rojas.
-Papá...
-Yo también fui joven cariño.
-Mmm papá..
-Bien bien ya no diré nada, pero ya sabes.
Asentí y se fue a la cocina.
-Amor vamos - asentí.
Billie tomó mi mano subimos a mi cuarto.
Cerré la puerta con seguro y ella se lanzó a la cama.
-¿Qué es lo que me vas a decir? - me sonrió.
-Ven aquí.
Me acosté en la cama y ella se subió sobre mi.
-Quiero que la próxima semana tengamos una cita - sonrió de manera encantadora - Estamos por cumplir dos años con tres meses y quiero celebrarlo.
-Aceptó ir a una cita contigo - ella beso mi labios.
-Te amo.
-Y yo a ti.
Me abrazo y acaricie su cabeza con mucho cuidado.
-No sabes la felicidad que tengo de estar aquí.
-Yo también estoy feliz.
-Ayer estuve con Diego y Danielle, los extrañe demasiado.
-Y ellos a ti.
-Han cambiado tanto durante este tiempo.
-Todos hemos cambiado.
-No todo cambió.
