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Sonreí de manera tan grande al mirar a Jenna con un vestido negro ceñido a su cuerpo.
-Te ves tan hermosa mi amor - la acerque a mi cuerpo y bese sus labios.
-Vamos - sonrió.
-Me encanta tu atuendo - acarició mi mejilla.
Mi atuendo era igual a cuando tenía 17 años, sé que le gusta que me vista de esa manera. Y como buena novia que soy me gusta complacerla.
-Estas tan hermosa - agarro mi nuca - Eres tan sexi.
Me miro a los ojos de manera tan profunda, sentí mi corazón detenerse por un momento.
-Te amo.
-Y yo a ti.
Beso mis labios lentamente.
Mis piernas flaquearon ante su beso.
-Vamos - mordió ligeramente mi labio.
-Si, si, vamos.
Le abrí la puerta del coche.
La llevaría a un lugar especial, a nuestro lugar.
Encendí la radio y sonreímos al escuchar la canción.
Esa canción se la dedique hace tiempo. Esa canción es tan hermosa como ella.
En todo el camino sentía su mirada sobre mi, no había molestia en ello. Me gusta que me mire y que sea su centro de atención.
Con solo mirarme me demuestra lo mucho que me ama.
Al llegar ayude a que bajara del coche.
-Desde que te fuiste no vine aquí - la mire con una sonrisa - No se sentiría igual.
-Ahora estoy aquí.
Quería que fuera especial, sería nuestra primera cena romántica a la luz de la Luna.
-¿Qué hiciste?.
-Ya lo verás.
Me coloque detrás de ella y tape sus ojos.
-Camina todo derecho no hay nada que obstruya el paso.
-Esta bien.
Camino un poco hasta que hice que se detuviera para que le mostrará la sorpresa.
-Listo ya puedes mirar.
Quite mis manos y espere a que abriera sus ojos.
Adorne todo con cariño, me inspire tanto para que le guste.
La mire sonreír y me hizo sonreír.
-Esto es lo más hermoso que han preparado para mi - se giro para mirarme - Gracias por ser la mejor.
Agarro mis mejillas y mire sus ojos llenarse de lágrimas.
-Eres todo lo que necesito - sonreí - Eres mi más grande amor.
Me abrazo escondiendo su rostro en mi cuello. Sentía las pequeñas gotas de sus lágrimas mojar mi piel.
-Te amo tanto Jenna, mis acciones y palabras se quedan muy cortas para demostrar lo mucho que te amo.
-Te amo mucho Bill.
Acaricie su espalda y nos fundimos en un abrazo cariñoso.
Cuando se calmo un poco nos separamos del abrazo.
Al mirar sus ojos un poco rojos, su cara de bebé, y sus ojos brillando. El sentimiento de querer estar siempre en su vida, para protegerla, amarla, sacarle sonrisas, abrazarla...
Me aceleró el corazón.
-Gracias por hacer esto.
-Por ti lo hago todo.
Nuestras frentes se unieron al igual que nuestros cuerpos.
