♪ Too Good To Say Goodbye

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Once. Once días pasaron desde que se había ido. Ya debería estar acá. Jamás se retrasa.

No tenía forma alguna de comunicarme con él. Mi intuición que me cuida ya me estaba advirtiendo; él no regresaría, al menos por ahora no debía esperarlo.

Recordé cómo era mi León, el que conocí en una lejana primavera.

Él no viajaba nunca en su mente, viajar por la mente es superficial, es ir de un lado al otro sin estar realmente aquí

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Él no viajaba nunca en su mente, viajar por la mente es superficial, es ir de un lado al otro sin estar realmente aquí. Él se quedaba quieto, no viajaba, estaba en el momento, se metía en la profundidad del presente, absorbía toda la vida que allí afloraba. Él es "El poder del ahora" que todos sueñan. Era momento de ser como él, ¿acaso las relaciones no son para eso?, para nutrirnos del otro, expandirnos y, ¿ser mejores que antes?

Pero a medida que los días pasaban, los demás se preocupaban, y yo comenzaba a mimetizarme con ellos. Tenía dos opciones, o resolvía mi preocupación desde la superficie, pensando, viajando sin mapa en mi mente, buscándolo desesperadamente, o me quedaba fuera de la superficie, sin involucrarme, flotando en el mundo, pero sin ser parte del mundo, ya que tampoco quería profundizar este presente sin él.

Seguí mi vida como si él estuviera aquí, mi sonrisa genuina nunca desapareció. Aunque lo extrañaba horrores, podía sentir su amor latente en cada preciado espacio que habíamos creado juntos; cada día en mis meditaciones agradecía al cosmos por permitirme sentir ese amor, por haberme enamorado; así comenzaba mis mañanas, y el resto de la jornada me mantenía muy ocupada con mis tareas, también ayudando con las de los demás. Vivir en comunidad implica hacerte cargo de tu forma de vida entera; alimentos, residuos, energía para el hogar, educación de los niños y un largo etc. Ya no era cuestión de abrir la puerta y tirar la bolsa de basura en el tacho, para que un camión la recoja y haga vaya a saber qué, con ella. Ya no era tomar el celular y pedir algo para comer. Ya no era dejar a los niños en una institución para que otro le enseñe lo que a unos pocos les parece correcto.

Todo deseo o necesidad significaba un quehacer individual y en ocasiones colectivo.

Pero el tiempo lineal seguía su curso, y para mí los días se hacían más largos. El calor se esfumó junto con mi templanza y el otoño llegó para sintonizarse con mi añoranza, que ya empezaba a marcarse en mi rostro y en mis lentos pasos. Mi corazón palpitaba fuerte cada vez que sentía algún movimiento cerca de la puerta, pero nunca era él. Comencé a esconderme del mundo, a profundizar mis heridas. Sí, me sentía herida y no tenía sentido. No sabía que había pasado con León, estaba resentida, pero contradictoriamente confiaba en él, aunque nadie lo entendiera, por ejemplo los más allegados a nosotros de la comunidad.

—Lyra, tenemos que hablar sobre Rowoon.

—¿Qué pasó? ¿Saben algo de él?

—No, lo lamento, por eso estamos considerando hacer la denuncia en la policía, para que lo busquen.

MY PINK STAR (Rowoon fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora