♪ Again

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Volver. Luego de unos días de descanso me sentía muy bien físicamente, ya era hora de volver.

¿Acaso podríamos volver de ese día?

El viaje fue extremadamente silencioso, León no mostraba emoción alguna, era como una estatua por dónde íbamos, hablaba amablemente pero sin esa sonrisa que lo caracterizaba. Olvidó besarme, olerme o abrazarme como lo hacía siempre que estaba cerca de mí; ahora solo se limitaba a tomar mi mano para caminar o al viajar en avión. Yo no me atreví a preguntarle nada, nunca supe qué hacer o qué decir en momentos de tristeza, ojalá Munay hubiera estado allí, ella es la experta en eso. Y lo peor es que como se le notaba tanto a León, tendría que contarles a mis amigas lo sucedido, hubiera preferido esconderlo en mi interior, como siempre. Al estar a pocas horas de llegar, al fin el silencio sepulcral terminó, pero sin siquiera mirarme.

—Lyra, ¿por qué manejaste tan bien lo que nos pasó? Supe de tu embarazo desde el primer día que estuvimos juntos, y estuve atento, pensando si ella podría sobrevivir en tu cuerpo humano, ya que seguramente era mitad loba, pero tu vientre no creció. Tuve nueve meses para procesar esto, pero tú te enteraste cuando tenías que parir un cuerpo sin vida, y sin embargo...

—León —Tuve que frenarlo para que no se sienta peor, pero no sabía cómo responderle, así que fui directa—. Ya he perdido un bebé. Cuando tenía trece años tuve mi primera vez con un amigo de mi hermana, era mayor que yo, mis padres siempre estaban ocupados trabajando así que me pasaba el día entero en la calle con amigos. Creí estar enamorada, las hormonas comenzaron a dirigirme y me entregué a él, ninguno de los dos sabía algo sobre sexualidad, ni mucho menos sobre cuidados, por lo tanto enseguida quedé embarazada. Asustada le conté a mis padres, claro que no supieron qué hacer y me llevaron con mi tía que era médica, entre ellos decidieron hacerme un aborto, dijeron que debía ser cuanto antes, que no me preocupe, que no era nada, que ni siquiera había un bebé, era meramente un embrión, solo eso. Ninguno me preguntó qué quería, o qué estaba sintiendo, y yo era muy débil como para expresarme. Inmediatamente organizaron todo por mí, me hicieron un legrado y en tres días todo había vuelto a la normalidad; aunque nos mudamos de ciudad, yo volví a ser una adolescente estudiosa, que ahora iba a una escuela de mujeres, ya que mis padres me prohibieron volver a tener amigos varones, «ni siquiera los mires», me decía mamá.

—Y tú ¿Qué hubieras querido hacer?

—No tiene sentido que responda eso, ya es pasado.

—Lo siento.

—León, es muy diferente de lo que nos pasó ahora, pero en mi vida he atravesado demasiados eventos traumáticos, me acostumbré al dolor, ya no me sorprenden ni me asustan, los miedos que viví me permitieron abrir mi ventana telepática, por lo que suelo intuir el peligro, o cuando suceden ya sé manejarlos. Lo que sí me asusta es cuando las cosas salen muy bien, eso sí que no tengo idea cómo manejarlo.

Él al fin me miró...

—Mi alma, por eso disfrutaste el parto y sonreías al tenerla en tus brazos en lugar de llorar. Pero sigo sin entender; sé que no querías tener hijos, pero luego de sentirla...

—No sería una buena madre, no me gusta, además ¿para qué traería un Ser puro a este mundo? El 90% es crueldad y sacrificio. Es cierto que necesitaba sentir el parto, y también me hubiera gustado sentirla estos meses en mi vientre, pero ya está, sé que ella está bien y lo importante es que estas a mi lado, no necesito nada más. ¿Y vos? ¿Querés hablar sobre lo que sentiste o necesitas?

—Estoy bien.

—Perro, te abrí mi corazón, jamás le conté esto ni nada doloroso a nadie. ¿Por qué no podés hacer lo mismo?, alivianar un poco ese peso.

MY PINK STAR (Rowoon fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora