❛❛No todo es lo que parece.❜❜
Una frase bastante simple la cual puede pasar desapercibida pero que esconde mucha verdad pues, exactamente; vivimos rodeados de engaños, mentiras, manipulaciones y falsas apariencias.
Sin embargo, todo solo puede empeo...
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La rutina seguía intacta, así que aproximadamente a las once, casi llegando el mediodía, ya se encontraban desayunando en el comedor; con la diferencia de que Kuina se había unido a ellos en esa ocasión.
— Era un juego de diamantes, teníamos una oportunidad para decir qué interruptor encendía la bombilla. — Explicaba la castaña tras haber bebido de la botella de agua en sus manos.
Akki la miraba con atención a la par que comía una bolsa de patatas fritas, y Chishiya observaba su café mientras lo meneaba en pequeños círculos.
— Fácil, el interruptor correcto se descubre si la bombilla está caliente luego de seleccionarlo. — El platino dio la respuesta sin inmutarse, como si se tratase de un juego para niños.
Kuina no pudo evitar mirarlo sorprendida, pestañeando con lentitud. Ella, quien había estado en el juego, no fue capaz de resolverlo; pero él, que ni siquiera había estado presente, dio la solución en menos de un minuto.
— ¿Y qué pasó luego? — Akki trató de hacer que la de bikini azul siguiera hablando, pues se había quedado perdida en sus propios pensamientos.
— Oh, casi nos mata. — Admitió, haciendo una mueca al recordar aquello. — Pero al final respondió correctamente, parece que trabaja bien bajo presión.
Chishiya llevó el vaso de café a sus labios, dando un sorbo para aprovechar y esconder la sonrisa egocéntrica que se formaba en su rostro. Era ideal, pues aunque el chico fuera inteligente demoraría en descubrir sus verdaderas intenciones.
— No suena mal. — La pelinegra alzó sus hombros levemente, haciendo de la bolsa que sostenía una bola ya que se había terminado el contenido.
— Es listo, nos ayudará. — Afirmó la de rastas con una pequeña sonrisa.
Sus compañeros ya le habían contado sus sospechas a medias, pues lo único que dijeron es que pronto los Paramilitares tomarían el control a la fuerza; tampoco necesitaba los detalles, sabiendo eso se conformaba. Por eso mismo les había terminado de decir porqué aquel pelinegro que les había llamado la atención les serviría para completar el plan.
Entonces, sin saber muy bien porqué, mientras los observaba se hizo una pregunta: ¿quién era el líder? Se supone que todos los grupos tienen uno, pero no sabría decir con exactitud cuál de ellos dos era la mente maestra.
— ¿Quién es el líder? — Se le escapó preguntar; a veces su boca era más rápida que su cabeza, lo afirmó al notar cómo la miraban intensamente.
Ellos tampoco lo habían aclarado con exactitud, así que se observaron entre ellos. Akki entrecerró los ojos, cruzándose de brazos.
— Lo soy yo. — Afirmó el de chaqueta blanca, sin romper el contacto visual.
