❛❛No todo es lo que parece.❜❜
Una frase bastante simple la cual puede pasar desapercibida pero que esconde mucha verdad pues, exactamente; vivimos rodeados de engaños, mentiras, manipulaciones y falsas apariencias.
Sin embargo, todo solo puede empeo...
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— Arisu. — Luego de unos intensos minutos en silencio, finalmente Chishiya retomó la conversación. — Parece que Usagi y tú tienen mucha información; ¿qué planean?
Akki ladeó su cabeza con confusión cuando nombró a la chica mono. ¿Desde cuándo sabían su nombre? ¿Y encima ella no estaba enterada? Aunque, bueno, teniendo en cuenta que la llamaría de todo menos como correspondía, no importaba demasiado. Miró de reojo a Kuina, y al notar que sus orbes coincidieron supuso que ella fue quien descubrió el nombre de la única que no estaba presente.
— Nada importante. — Murmuró el chico con incomodidad, observando a las tres bestias delante de él.
— En ese caso iré al grano. — El platino usaba un tono firme pero tranquilo. — ¿Cómo piensas vivir en este desesperanzador mundo?
— ¿Qué? — El pobre pelinegro no podía estar más confuso.
Miraba simultáneamente al grupo que lo tenía acorralado en busca de alguna pista que le pudiera hablar de sus intenciones, pero no encontraba nada; estaban demasiado serios y él muy nervioso.
— ¿Hablas nuestro idioma? — La azabache alzó una ceja, metiéndole algo de presión. Parecía ser que era cuando su cerebro funcionaba mejor, así que no vendría mal. — Digo, te lo puedo traducir al inglés si quieres.
Arisu parpadeó algo ensimismado, dirigiendo su mirada hacia Kuina. Era con quien más había hablado, y el pequeño gesto reconfortante que le mostró fue de ayuda para regresarlo a la realidad. Los otros dos daban miedo.
— Solo quiero encontrar las respuestas a mis preguntas. — Habló finalmente, sacándole una risa nasal a la mujer frente a él, que consiguió distraerlo; pero continuó hablando segundos después. — Quiero saber quién está detrás de este atroz juego, y quién es el causante de la muerte de Karube y Chota.
— ¿Juego? Quizá esta sea la vida después de todo, niño. — Akki consiguió captar la atención del pelinegro, quien frunció un poco el ceño. — ¿Hablas del creador? Quizá sea Dios, no puedes hacer nada contra eso.
La fémina se cruzó de brazos, mirándolo con tal autosuficiencia que una vez más el joven se vio obligado a tragar saliva sonoramente.
— Solo me gustaría sobrevivir y regresar al mundo original. — Murmuró tratando de verse lo más confiado posible, aunque se sentía más diminuto que nunca. — Si no es posible, quisiera que al menos Usagi pudiera volver. Es lo único que me mantiene vivo.
Akki rodó levemente sus ojos; lo que le faltaba, un puberto enamorado. Por poco y se ponía a vomitar arcoiris.
— Que tragedia. — Susurró Chishiya con cierta pizca de burla, bajando la mirada por un instante. — Ese sueño es genial... pero inútil.
