xvii.

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Isagi no puede explicar del todo lo que está pasando.

Cuando ambos se levantan para caminar dentro de la casa una vez más, la oscuridad los recibe así que apenas pueden ver el camino frente a ellos gracias a algunas luces de colores que brillan cada tantos segundos.

Yoichi no quiere perder a su acompañante, así que acerca su mano para sujetarle el brazo pero es sorprendido cuando lo que lo recibe es una mano que se entrelaza con sus dedos. El más bajo voltea con sorpresa, pero lo único que nota es el perfil de Rin que se encuentra mirando una de las tantas entradas de la casa.

Isagi sigue la dirección de su mirada, y nota que es la habitación donde el Dj está establecido con su consola, hay muchas personas en ese lugar mientras bailan al ritmo de la música. Y hay algo ahí, hay algo en la mirada de Rin que hace que Yoichi tome la decisión y lo arrastre dentro gracias a sus manos sujetas.

Puede ver la sorpresa en sus ojos, no hay que ser un genio para notar que las emociones de Rin se extienden y se limitan a sus ojo la mayor parte del tiempo. Isagi se acerca, hace que las manos del Itoshi lo sujeten de la cadera, y con sus manos lo sujeta de los hombros, acercándolo hasta que sus rostros se encuentran demasiado cerca y sus respiraciones se mezclan.

—¿Sabes bailar? —pregunta contra sus labios, mientras mueve las caderas contra las suyas.

—¿No?

Hay un titubeo en la respuesta de Rin, mientras intenta imitar el movimiento de las caderas. Y ciertamente no lo hace mal, lleva el ritmo y mantiene la velocidad, pero se nota la duda al no estar seguro de lo que está haciendo. Así que Yoichi se toma el atrevimiento de cambiar, baja sus manos para sujetar las caderas de su alto acompañante, y mueve las manos del Itoshi para que lo sujete a él por los hombros para así ser quien dirija el baile.

—Confía en mí. Lo haces muy bien. —Isagi lo elogia con una sonrisa, guiando con sus manos los movimientos de las caderas contrarias.

Rin se notaba tenso hace un minuto, pero ahora sus movimientos son más relajados. Yoichi levanta la mirada, se abraza de la cintura del más alto, y acerca su mano hasta la mejilla del Itoshi.

—Sonríe, Rin. —pide con dulzura, dejando una caricia con su pulgar mientras ríe al ver como el de ojos turquesa se sorprende. —Disfruta el momento, y entiendo que sigas molesto por lo que pasó con tu hermano pero vamos... ¡Diviértete!

La risa de Isagi es fuerte, y es contagiosa mientras vuelve a aferrarse a las caderas de Rin para hacerlos dar un par de vueltas.

La multitud grita y empieza a saltar debido al ritmo de la canción que acaban de colocar, llenando la habitación de un ambiente eufórico y movido, pero ambos están atrapados en su pequeña burbuja de contoneo de caderas, pasos lentos y giros suaves. Rin empieza a reírse con un sonido bajo y ronco.

En ese momento, el resto del mundo carece de importancia porque son ellos dos riendo y disfrutando sin pensar en nada más. 

Perspectivas. |RinSagi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora